“Franck pertenece a un club (Bayern Múnich alemán), en el que la manera de tratar todas las patologías, sean las que sean, se hace a base de inyecciones. Puede haber diez, veinte, veinticinco, cuarenta por patología, al año. Podríamos haber elegido esta opción, pero no lo hicimos. En un momento dado, el ya no aguantaba las inyecciones, por lo que no lo hicimos ya que tenía miedo de los pinchazos”, explicó el médico.
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“No se encontró la manera de evitar los dolores y no hallamos soluciones para que jugase con dolores”, agregó.
Ribéry padece desde hace unas semanas una lumbalgia que finalmente le obligó a renunciar a participar en el Mundial.