La rusa Maria Sharapova, séptima favorita de la competición, ganó su segundo título de Roland Garros al batir en la final de este sábado a la rumana Simona Halep (N.4) en tres mangas por 6-4 y 6-7 (5-7) y 6-4, en tres horas y 2 minutos.
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En una tarde de mucho calor en la Philippe Chatrier, cerca de 30 grados, Sharapova logró su quinto Grand Slam (antes Wimbledon-2004, cuando tenía 17 años, Abierto de Estados Unidos-2006 y Australia-2008) y confirmó su metamorfosis.
La tenista que se definía en sus inicios “como una vaca sobre el hielo” en el polvo de ladrillo es ahora una consumada especialista, capaz de agarrarse a la tierra batida para competir cada punto e imponer su ley a base de entrega, sacrificio y su potente juego desde el fondo de la pista.
Fue un partido de poder a poder, el mejor sin duda del torneo. Halep, la tenista más en forma en Roland Garros, una jugadora de 22 años que vive sus mejores días, sucumbió ante Sharapova, una veterana de 27 años que en su 12ª participación en París ha llegado a la final con el pundonor que que solo tienen las más grandes de este deporte.
“Muchas felicidades por la victoria Maria. Esto será muy especial para mí toda mi vida. Ha sido un torneo impresionante. Gracias sobre todo a los rumanos que han venido y a los que me han visto por la televisión. No olvidaré esta participación”, dijo Halep en la ceremonia de entrega de trofeos.
“Esta es tu primera final de Grand Slam y la primera parada de tu carrera, así que felicidades. Has hecho un torneo fantástico”, añadió Sharapova, antes de agradecer a su equipo técnico, padres y aficionados el apoyo recibido utilizando el inglés, el ruso y el francés.
A diferencia de sus tres choques anteriores en Roland Garros, en los que tuvo que remontar un set para encontrar su ritmo, la tenista siberiana logró esta vez reaccionar antes y, tras ceder su saque y verse 2-0 por debajo, ajustó su tenis para ganar el primer set.
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Halep, por su parte, perdía su primera manga en el torneo ante una tenista incontenible, segura y crecida a fuerza de remontadas. La rumana hacía lo que le ha dado resultado durante todo el torneo, pero esta vez su inteligencia táctica y variedad de golpes encontraba casi siempre una devolución de más.
En la segunda manga la igualdad fue la nota predominante. Halep, tras su bache, tomó la temperatura al partido, mientras que Sharapova seguía con su alto nivel, sólo dejando con vida a la rumana mediante algunos errores no forzados.
Con 4-4 y saque para la rusa un largo e intenso intercambio, la acción más espectacular del partido, se lo anotó Halep, que también se llevó el juego. Lo que parecía un punto de inflexión se convirtió en un momento extraño, en el que a las dos jugadores les tembló la raqueta para ceder cada una dos roturas y alcanzar el ‘tie break’.
De nuevo la muerte súbita no respondió a ningún orden. Sharapova estaba a dos puntos de levantar el trofeo pero Halep alzó la voz para elevar su juego e igualar 1-1 en sets.
En la primera final que llegó a los tres sets desde 2001, cuando la estadounidense Jennifer Capriati ganó 12-10 en la manga decisiva a la belga Kim Clijsters, Sharapova impuso su experiencia (era su novena final de Grand Slam, la primera para Halep).
Tras sendas roturas de principio, la siberiana ganó tres juegos consecutivos (4-2), pero Halep regreso para igualar 4-4. El último estirón de la rusa no encontró respuesta y, tras un tortuoso camino, aprovechó su primera bola de partido para levantar su segundo Roland Garros.