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Hinchas brasileños recuerdan con amargura la derrota de 1950 en el Maracaná

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Eran adolescentes anónimos en medio de una multitud de 200.000 hinchas apiñados en las tribunas del Maracaná para asistir a la final del primer Mundial organizado por Brasil, en la tarde soleada del 16 de julio de 1950.

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La sorpresiva derrota de la Seleçao frente a Uruguay (1-2) en lo que fue conocido como el “Maracanazo”, quedó grabado a fuego en sus memorias. Sesenta y cuatro años después, dan su testimonio a la AFP:

Joao Carlos Marinho, escritor, 79 años:

El equipo de Uruguay era mejor que el nuestro. Ese día, estaban más fuertes, individual y colectivamente.

A nosotros nos faltó determinación. Nos desbordó el optimismo, la magnitud de la ocasión.

Nos quedamos boquiabiertos, en shock, muchos lloraban. Pero bueno, por Dios, estamos hablando apenas de un juego de fútbol. Aplaudimos a los campeones después de los 15 minutos de shock iniciales.

Así es el fútbol: eran mejores, tal vez golear a España nos dejó demasiado complacientes.

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Francisco Camoes de Menezes, economista retirado, 81 años:

Lo peor es que parecía que ya habíamos ganado la Copa. Habíamos goleado a España. Uruguay había empatado con España y solo necesitábamos un empate para ganar.

Cuando leías los periódicos, parecía que ya habíamos ganado. Teníamos un exceso de confianza, y pagamos por ello.

Cuando los uruguayos vieron los titulares, juraron que no serían humillados.

Personalmente, lo superé bastante rápido. Claro, apoyo a Brasil, pero me afecta más cuando mi equipo, el Botafogo, pierde.

Y si esta vez llegamos a la final, lo veré por la televisión.

Joao Maximo, periodista deportivo, 79 años:

Pasamos de la euforia a la desesperación. Queríamos un milagro que no llegó. Los jugadores dijeron después que el silencio de los hinchas puede ser más cruel que los abucheos.

Sonia Benevides, periodista jubilada, 73 años. Escuchó el partido por la radio cuando era una escolar en la ciudad de Joao Pessoa, en el noreste del país, muy lejos de Rio:

Toda la ciudad había planificado una gran fiesta. No teníamos televisión en esos días, lo escuchábamos por la radio.

Al final, todo el mundo se quedó horrorizado. Nos fuimos a casa. El ambiente de fiesta se perdió en un instante y todos nos sentimos desolados.

Ziraldo, caricaturista y escritor de libros infantiles, 81 años:

Estuve allí para la humillación. Y también vi a Brasil golear a España por 6 a 1. Desde entonces, sigo siempre el Mundial, pero lo veo en la televisión.

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