El Consejo Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) renunció ayer y agudizó la crisis que atraviesa el fútbol de ese país, tras la decisión del presidente uruguayo, José Mujica, de retirar a la policía de las tribunas del Estadio Centenario.
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‘Me voy porque no hay gobernabilidad en el fútbol. Todo tiene su límite’, dijo el ahora ex presidente de la AUF, Sebastián Bauzá. Agregó: ‘Ojalá los dirigentes encuentren un buen ejecutivo y hagamos un buen Mundial’.
Mujica ordenó el jueves retirar a la Policía de las tribunas del Estadio Centenario, lo que provocó que se suspenda el domingo el encuentro entre Peñarol y Miramar. Esto debido a los violentos incidentes registrados tras el duelo entre Nacional y Newell’s Old Boys (ARG) el miércoles por la Copa Libertadores, que dejó 40 detenidos y decenas de heridos.
Ante la renuncia masiva, la prensa local especuló con una castigo de la FIFA por posible injerencia del gobierno. El resultado podría ser incluso que Uruguay no participe en el Mundial de Brasil 2014.
‘No creo que la FIFA tenga nada que ver, porque no nos metimos con el fútbol, nos metimos con la tribuna’, señaló Mujica, que llamó a una reunión para hoy a los presidentes de Nacional y Peñarol.
La Conmebol en tanto evitó pronunciarse sobre la crisis en el fútbol uruguayo. ‘El fútbol y los dirigentes uruguayos merecen respeto y la Conmebol no puede especular’, dijo el portavoz Néstor Benítez.