Por: Rodolfo Rojas
PUBLICIDAD
Fernando Alonso: Su rendimiento, una vez más, fue superior al de la Ferrari que conduce. Estuvo a punto de quebrar su relación con Luca Cordero de Montezemolo, el patrón de la Scuderia, por sus críticas subidas de tono a mitad de temporada. Aun no aprende a quedarse callado y a gestionar sus frustraciones en la pista. La llegada de kimi es una advertencia de que su crédito con Ferrari tiene límites.
Sebastian Vettel: Su calidad está fuera de discusión. Difícil saber con exactitud cuál es su nivel frente a Alonso, Hamilton o Raikkonen. La superioridad del bólido diseñado por Adrian Newey impide que sus rivales se midan en igualdad de condiciones. Aunque basta ver el rendimiento de Webber en un coche similar para hacerse una idea del talento del alemán. Le vendría bien a su imagen un 2014 más reñido.
Lewis Hamilton: Le tomó tiempo y esfuerzo adaptarse a un coche que ya estaba diseñado cuando llegó procedente de Mclaren. No se encontró cómodo hasta la carrera de Hungría en la que dio una lección de manejo que hizo saltar del asiento al mismo Niki Lauda. Si la próxima temporada tiene un coche competitivo y mantiene ese nivel, es uno de los candidatos.
Niko Hulkenberg: Confirmó su talento y progreso en la categoría en un coche que en la primera parte de la temporada mostró sus limitaciones. Para resaltar los duelos con Hamilton y Alonso de los que salió ganador. Cubiertos los asientos de los equipos de punta y sin un auspiciador de peso, ahora se enfrenta a la posibilidad de quedarse sin equipo.
Kimi Raikkonen: La torpeza de Alonso en la interna con Ferrari lo devolvió al primer plano. Arrancó la temporada con brillo pero se desinfló a medida que el Lotus se rezagaba frente a sus rivales. La operación a la espalda le dio la excusa perfecta para dejar a un equipo que no cumplía con pagarle puntualmente ni darle un coche competitivo. Deberá estar al 100% para enfrentar a Alonso en un duelo que promete.
Bernie Ecclestone: El patrón de la Fórmula 1 se enfrenta por primera vez a la posibilidad de una jubilación anticipada. El juicio por corrupción que enfrenta en Inglaterra es un trapo sucio que los accionistas de CVC, la empresa propietaria de los derechos de difusión del gran circo no están dispuestos a tolerar. No le gusta la idea obviamente, pero como hombre práctico sabe que el show debe continuar. La Fórmula 1 actual debe mucho a este hombre que empezó su carrera vendiendo autos de segunda. Suena el nombre de Christian Horner como posible sucesor.
PUBLICIDAD
