Quince años después de que Chile tomara Wembley de la mano del “Matador” Marcelo Salas, Alexis Sánchez lideró a su equipo con dos goles para volver a ganar a Inglaterra por 0-2, en un partido amistoso este viernes.
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El delantero del Barcelona jugó un encuentro “memorable” que “habla de la jerarquía del jugador”, dijo el técnico chileno César Sampaoli al acabar el partido de Londres.
“Si sigue este camino hará un gran Mundial”, agregó. “De seguir así puede ser una de las figuras del torneo”, insistió.
El primer gol llegó en el minuto 6, con un testarazo en plancha de Alexis dentro del área tras un centro medido de Eugenio Mena desde la izquierda. El segundo fue en el tiempo de descuento, cuando el atacante superó al portero local por arriba con un toque suave excelente tras un buen pase al espacio de José Pedro Fuenzalida.
Chile controló el partido de principio a fin, exceptuando los primeros seis minutos en que sus rivales tuvieron un par de ocasiones, y tuvo oportunidades para marcar algún gol más, notablemente en las botas de Jean Beausejour, el atacante del Wigan Athletic de la segunda división inglesa.
De este modo, el equipo de Sampaoli reedita la victoria del Chile de Marcelo Salas por 0-2 en 1998, con dos goles del Matador, uno de ellos antológicos. La presencia de Salas en el partido de este viernes estaba anunciada.
Sampaoli había dicho que el Mundial empezaba este viernes en Wembley y no pudo hacerlo de mejor manera, con un buen resultado ante una selección europea de las rocosas.
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En el primer partido tras lograr la clasificación a Brasil 2014, el técnico suplió la baja de Jorge Valdivia poniendo a Alexis como punta de ataque en el primer tiempo y a Carlos Muñoz en el segundo.
Chile tenía, además de la baja de Valdivia, que podría jugar el martes ante Brasil en Toronto, la del centrocampista de la Juventus Arturo Vidal, que está descartado para la selección hasta marzo, cuando se enfrente a Alemania.
El volante Matías Fernández, de la Fiorentina, que volvía como titular a la selección por primera vez desde la llegada de Sampaoli, tras haber sido indiscutible con Marcelo Bielsa, cumplió discretamente y fue sustituido en la mitad.
Por su parte, el entrenador inglés Roy Hodgson quiso dar minutos a jugadores jóvenes y experimentó con un nuevo arquero, Fraser Foster (Celtic Glasgow), dejando en el banco a un Joe Hart cuyos errores le están haciendo pasar un calvario en el Manchester City.
La mejor noticia para Inglaterra este viernes acabó siendo que Foster no tuvo accidentes y que no pudo hacer mucho más por evitar los goles.
Como viene siendo costumbre, Wayne Rooney puso la mayor parte del espíritu de lucha que mostró su equipo.
Los elogios de buen invitado que Sampaoli lanzó a Inglaterra antes del partido no lograron esconder que hoy por hoy es un equipo pobre, que no quiere seguir jugando al zapatazo hacia adelante que un día fue seña de identidad (la prensa los crucifica cada vez que lo hacen) pero que no ha sustituido ese estilo por otro.
El veterano centrocampista inglés Frank Lampard, que asumió la capitanía para conmemorar sus 100 partidos con la selección, dijo que tienen que mejorar mucho.
“Somos muy conscientes del trabajo que tenemos, ni estamos en la gloria ni somos tan malos, algo entremedio”, estimó.
Sobre Chile, dijo: “creo ante todo que son un buen equipo”.
Wembley no es lo que fue y ganar aquí no es lo mismo ahora que cuando la Hungría de Ferenc Puskas profanó el templo en 1954, pero quienes se llevan la victoria suelen anotarla en letras de oro en su historial.
Chile, que había ganado sólo uno de sus últimos siete partidos ante equipos europeos, con una victoria 4-0 sobre Estonia en 2011, no pierde con Inglaterra desde hace 60 años y lleva desde marzo sin conocer la derrota.