La Federación Finlandesa de Atletismo (SUL) presentó sus excusas por haber privado a un atleta judío de una victoria evidente en los 100 metros en Helsinki en junio de 1938.
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“Toda manipulación de resultados es chocante y contraria a los valores fundamentales del deporte (…) Presento las sinceras excusas de la SUL a todos los que sufrieron la injusticia, así como a sus próximos”, escribe el presidente de la federación finlandesa de atletismo, Vesa Harmaakorpi, en un comunicado publicado el miércoles.
Una foto de la llegada, publicada de nuevo en la prensa finlandesa recientemente, muestra que el finlandés Abraham Tokazier llegó primero en esta carrera organizada con ocasión de la inauguración del Estadio Olímpico de Helsinki.
Otro finlandés, Aarre Savolainen, fue declarado vencedor y quedará como tal en los anales de esta carrera.
Abraham Tozakier fue designado vencedor en un primer momento, pero fue relegado después por los jueces a la cuarta posición de la carrera.
El Makkabi, el principal club deportivo judío finlandés, pidió durante mucho tiempo a la federación que reconociera públicamente esta injusticia.
“Como principio, estamos contentos ya que se ha constatado que los resultados oficiales eran erróneos, pero aparentemente no van a ser rectificados”, comentó el presidente de Makkabi, Ari Bensky, en el diario finlandés Helsingin Sanomat.
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La SUL precisó que según las reglas en vigor en la época, el orden de llegada era observado por los jueces y “las fotos de la línea de llegada no estaban disponibles inmediatamente tras la carrera”. Según la federación, el palmarés no puede ser cambiado a posteriori.
Según los historiadores finlandeses, aunque el antisemitismo no era una ideología política muy expandida en el país en los años 30, había “sentimientos de antisemitismo como en la mayoría de los países de Europa”, explicó el historiador Oula Silvennoinen a la AFP.
Según Silvennoinen, las excusas de la SUL llegaron sobre todo debido a “la presión continua” ejercida sobre la federación, mientras que los ciudadanos del país “fueron mucho tiempo reticentes a estudiar o reconocer los acontecimientos ocurridos en Finlandia en la época del nacional-socialismo alemán”.
Durante la guerra de Continuación, un conflicto que opuso a Finlandia y a la Unión Soviética entre 1941 y 1944, el país escandinavo se alió con Alemania.
Según un vasto estudio histórico finlandés realizado entre 2004 y 2008, el país escandinavo entregó al menos a 59 judíos a los nazis, de los que falleció la mayor parte.