Brasil, en su regreso después de la Copa Confederaciones que ganó en junio, perdió con Suiza (1-0) este miércoles en un amistoso disputado en Basilea, en el que la selección europea se mostró más convincente que la sudamericana.
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A pesar del buen partido local, el único gol del encuentro fue un remate de cabeza de Dani Alves, que marcó en propia puerta en el minuto 48.
El encuentro ofreció un panorama cambiante en sus primeros minutos, con opciones para las dos selecciones. Pero en la segunda mitad Suiza, liderada por un excelente Xherdan Shaqiri, dominó y fue mejor que Brasil, que casi no creó ocasiones de gol.
Los mismos hombres que en junio derrotaron a España por 3-0 en una exhibición de fuerza en Maracaná se mostraron mucho menos motivados este miércoles en el estadio de St. Jakobs de Basilea.
A pesar del mal partido, comenzaron creando peligro. La primera ocasión fue un disparo del mediapunta del Chelsea Oscar que se marchó muy desviado de la portería de Diego Benaglio (minuto 13).
Brasil estuvo de nuevo cerca de marcar con una jugada que inició Oscar y continuó Fred, con un preciso toque que dejó solo a Hulk, pero el portero suizo estuvo rápido en la salida.
En el intercambio de golpes Shaqiri, el hábil mediapunta del Bayern Múnich, disparó primero por encima de la portería y después con mayor puntería, pero despejó Jefferson, este miércoles titular con la Selaçao.
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El partido subió de intensidad, como lo demuestra una acalorada discusión en la banda después de que Neymar entrara con dureza a Stephan Lichtsteiner. El árbitro sancionó con tarjeta amarilla a la estrella del Barcelona.
Continuando con el ritmo intenso del choque, Neymar, después de una jugada de Hulk, disparó demasiado cruzado desde la frontal del área a la media hora de juego.
En el minuto 38 el nuevo jugador del Tottenham Paulinho remató de cabeza con intención el saque de una falta pero el balón golpeó en el larguero.
Antes del descanso Shaquiri volvió a probar a Jefferson, que respondió con reflejos a un disparo con mucho intuición del pequeño suizo.
La segunda mitad, menos intensa, empezó con la misma dinámica; una seria, bien plantada y valiente Suiza tenía contra las cuerdas a la selección brasileña.
El buen juego local encontró finalmente premio cuando en un centro desde la banda Dani Alves remató a su propia portería batiendo con un certero cabezazo por la escuadra a Jefferson (52).
Una de las pocas noticias positivas de Brasil en la segunda mitad fue el buen desempeño de Maxwell, que había entrado como lateral izquierdo sustituyendo a Marcelo.
El defensa del París Saint-Germain, única novedad con respecto al grupo de la Confederaciones, estuvo sólido atrás y ofreció buenos apoyos en el ataque.
A pesar de algún destello de Neymar, que mostró su perfil menos deportivo en algunas acciones, Brasil no estuvo a la altura de una Suiza que logró una victoria de mucho prestigioso para su palmarés.