Carty, un delantero empedernido del Pacífico de Lima, juega y disputa el balón en cada partido como si aún tuviera el físico de un juvenil de 19 años.
PUBLICIDAD
“No juego por necesidad económica, lo hago porque me gusta el fútbol, cada día que amanece tengo ganas de seguir entrenando y disfrutando cada partido”, dijo Carty en una entrevista con la AFP.
El experimentado jugador que fue campeón de la Copa Sudamericana-2003 y goleador con 6 anotaciones con el Cienciano del Cusco, manifestó que su secreto personal para seguir jugando tiene un factor genético, una vida metódica (sin diversiones exageradas) y una buena alimentación en base a proteínas, frutas y carbohidratos.
“Voy a seguir jugando fútbol hasta que no tenga las energías suficientes para estar en el campo, yo sabré en que momento colgar los botines”, comentó Carty, que ha marcado un gol en 25 fechas del actual torneo de primera división.
En el Pacífico, Carty (45) no es el único experimentado ya que comparte la delantera más antigua de Perú con otros tres atacantes con quienes en total alcanzan a los 152 años de edad: el argentino Mauro Cantoro (36 años), Gustavo Vassallo (35) y Andrés Mendoza (36).
Nacido el 16 de julio 1968 en la ciudad limeña de San Vicente de Cañete (sur), Carty inició su carrera futbolistica a los 19 años en el Coronel Bolognesi, de la ciudad de Tacna (fronteriza a Chile).
Militó en más de una decena de clubes peruanos de primera división, y en el exterior en Atlante e Irapuato de México (1997-1998), Blooming de Bolivia (2001) y Chalatenango de El Salvador (2006). El jugador llamado por aficionados como ‘Avestruz’, ‘El inacabable’ y “El impredecible’ es casado desde los 24 años y tiene dos hijos, uno con 19 años que juega en el equipo reserva de Alianza Lima.
PUBLICIDAD
Cada vez que convierte un gol realiza su famoso baile del avestruz.
“El baile nació mediante pasos y gracias que realizó por mi alegría al anotar”, comentó el jugador que jugó con la selección inca las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Francia-1998.
“Carty es un ejemplo para la juventud que esta metida en el fútbol, estoy seguro que si sigue así, podría jugar hasta los 50 años”, dijo a la AFP el técnico de Pacífico, Cásar ‘Chalaca’ Gonzáles, que dirigió por primera vez al jugador hace más de dos décadas en el Sport Boys.
Ibarra, goleador interminable
Con 40 años, y famoso por su baile del “viejito” que regala a la tribuna tras cada anotación, el argentino Sergio Ibarra, del Sport Huancayo, es ya una leyenda del fútbol peruano con 266 goles en más de 600 partidos desde que llegó a Perú en 1992.
Para revalidar su vigencia, Ibarra acaba de anotar un doblete este fin de semana en el triunfo 2-1 de su equipo ante Juan Aurich, el sábado en la ciudad de Huancayo a 3.270 metros de altura.
“Estoy muy contento con mis dos goles. El equipo otra vez está entre los primeros lugares sin hacer ruido”, dijo Ibarra.
El goleador ‘prehistórico’ se ha hecho querido de la afición por la celebración de sus goles con “el baile del viejito”, simulando ser un anciano que danza solo apoyado en un bastón.
Natural de Río Cuarto, provincia de Córdoba, Ibarra ha hecho toda su carrera profesional en Perú pasando por doce clubes de la primera división.
En el 2011 se desempeñó como técnico y jugador del Cienciano de la ciudad del Cusco (sudeste).
“Hay viejo para rato y bastón para siempre”, indicó Ibarra en abril tras superar una descompensación que sufrió después de un partido por el torneo local.
Otro atacante peruano, Ramón Rodríguez, de 36 años, del Cienciano del Cusco, es otro de los veteranos más representativos en el fenómeno de futbolistas ‘viejitos’ en Perú.
‘El Ratón’ Rodríguez, campeón en la Copa Sudamericana-2003 con Cienciano, figura con nueve anotaciones como uno de los goleadores del torneo de la primera división de 2013.