Por Kike la Hoz
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Hubo un tiempo en el que Yndira Triveño le tenía miedo a las motos. Eran los tiempos del terrorismo. Vivía en Puno por el trabajo de su padre y cada mañana un soldado la llevaba en una moto destartalada a la escuela. En cada pendiente, el vértigo le subía desde el estómago: la velocidad no iba a su ritmo. Veinte años después, se ha convertido en la primera chica en desafiar a un mundo de hombres.
¿Cómo surge este amor incondicional por las motos? Hace dos meses no tenía la menor idea de cómo montar una moto. Por un amigo fui a La Chutana a la primera fecha del Superbike y me enamoré. Mi idea era comprar una moto como medio alternativo de transporte. Me dijeron que probara con un Scooter, pero contacté con Henry Delgado, que es el piloto más joven, y me habló de la categoría promocional.
¿Y decidiste competir? Él me ayudó con los contactos de Honda, y después Luis Coronel me dio clases. En dos horas aprendí a montar una moto, en cuatro horas ya podía hacer un track day. Los de Honda quedaron muy contentos y así quedé lista para competir en la segunda fecha.
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¿No es muy peligroso? La semana pasada tuve mi primer accidente: daba vueltas en el circuito, probando cosas nuevas, y por meter el cambio en la curva la moto se ladeó, perdí el control y salí volando 20 metros. Estuve inconciente como cinco minutos.
¿Y nadie ha podido disuadirte por lo peligroso que es? Todos me piden que lo piense. Pero mi papá me enseñó que las caídas están hechas para levantarse. La vida está para vivirse al máximo. Antes practicaba escalada en roca, hago parapente. Me apasiono por lo que hago. La intensidad con la que hago otras cosas es la misma con la que corro en la moto.
¿Cuál es la meta que te has trazado en el Superbike? Por ahora solo tengo en mente mejorar mis tiempos y mis posturas, porque no estoy en condiciones de ganar. Pero sé que voy a ganar un campeonato, no sé cuál, pero la próxima vez que hablemos, quizá te diga que ya cumplí.
¿La atención mediática por ser mujer te molesta? Es un beneficio que deberían tener otros grandes corredores. Y es una presión. Yo entreno para ser competitiva, para ser la única chica en moto, pero que además corre muy bien.
¿Y cómo tomas que te vean como un símbolo sexual? No me incomoda, pero tampoco me gusta. Yo no soy una persona muy sensual. Me encanta que me sigan, pero si esperan ver a una chica desnuda encima de una moto, pues no lo van a ver. No quiero ser un objeto sexual, no quiero ser solo la chica linda que corre.
Por cierto, ¿ya tienes moto? Hace dos días me la entregaron. Ahora está en el taller. Es una Honda CBR 250 cc estándar.
¿Y tiene nombre? Sí, se llama Lola. Es una chica aguerrida y nada engreída. Es igual de luchadora y rápida que yo.