Podrán haber hoy cuarenta velas en la torta de cumpleaños de Waldir Sáenz, pero él insiste en no haber perdido ese instinto que lo convirtió en el goleador histórico de Alianza Lima.
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Con una vida llena de récords, lágrimas, goles y errores, el actual delantero del Walter Ormeño siente que aún no ha llegado su episodio final.
¿Cómo seguir vigente en el fútbol a los 40 años? Uno mismo tiene que dar lo mejor entrenando duro. Estoy tranquilo de llegar a esta edad y seguir jugando de la mejor manera.
¿Cuando empezaste en 1992 imaginaste cerrar tu carrera de esta forma? No imaginé llegar a esta edad. En el Boys (2009) tenía dos años más para seguir, pero resultó que el entrenador no me quiso. Ahora estoy con el Ormeño, que tiene el proyecto de llegar a Primera. Por mi parte, quiero retirarme del fútbol luego del ascenso.
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¿Quieres decir que a fin de año te retiras? Sí, esa es la idea, terminar bien. Que sea algo inolvidable, que la gente se lleve el mejor recuerdo.
¿Y la opción de despedirte con Alianza no es posible? De hecho sería lo más lindo despedirme con la camiseta de Alianza, en el estadio donde siempre jugué y con la gente que siempre me apoyó.
¿Entonces qué falta para queeso se concrete? Lo primero es que la señora (Susana) Cuba (administradora temporal del club) dé un paso al costado. Después, con los que entren podríamos conversar y llegar a un acuerdo para hacer una despedida como se tenía pensado.
¿Cuál es la imagen más entrañable que guardas de toda tu trayectoria? Tuve muchos momentos lindos en Alianza… También con el Boys, al que tengo el orgullo de haberlo subido a Primera. Pero de todas se me viene la imagen del título del centenario con Alianza. Tuve la suerte de hacer el último penal en el Cusco y entrar a la historia.
¿Con el retiro te desvincularás del fútbol? Quiero dirigir, para eso estoy estudiando. Debo acabar la carrera de técnico para iniciar esa etapa.
¿Se puede hablar de una influencia tuya en los delanteros más jóvenes? Si tomamos en cuenta lo que ellos dicen, creo que sí. Tuve la suerte de jugar con Claudio Pizarro, quien luego ganó varios títulos en Alemania. Él dice que yo he sido su ídolo y que aprendió a mi lado. Jefferson (Farfán) también lo ha dicho, que soy su ídolo. Eso me enorgullece.
Entre los nuevos valores,¿ves a alguno que pueda superarte? No veo a ningún Waldir, veo más a un Darío (Muchotrigo) en Yordy (Reyna) o (Jhonny) Vidales, por la rapidez. No es por soberbia, pero no veo mis características en los que han aparecido. No sé si hay déficit de talento, pero el fútbol ha cambiado.