Correr es un gran ejercicio cardiovascular, pero no es integral para todo el cuerpo, advierte Laura Denham- Jones, profesora de yoga en Triyoga, centro de salud de Londres.
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‘Como es un ejercicio que requiere que hagas un movimiento repetitivo, una y otra vez, algunos músculos se usan más que otros. El problema, a largo plazo, es que si tienes algún desequilibrio en el cuerpo, se va a encontrar varias veces en esta misma ‘desincronización’ de movimientos, lo que hará que las cosas empeoren. Cosas como las caderas y los muslos rígidos’, explica.
A pesar de que no es tan malo tener rigidez en los músculos -que se supone deben ser fuertes-, sí debe tenerse equilibrado el trabajo que realizan. ¿Por qué? Para evitar lesiones, advierte Denham-Jones: ‘Si los ritmos de trabajo en los músculos están desequilibrados, te arriesgas a dañar tus tendones, la contractura es inminente y tendrás que dejar de entrenar. Y los corredores saben bien lo que cuesta recuperar el ritmo de carrera después de salir de una lesión’.
El yoga no te hará correr más rápido. Si eso es lo que deseas realmente, entrena más duro. Pero lo que sí ofrece es prevención ante lesiones por falta de estiramiento y fortalecer el cuerpo.
‘La recuperación es fundamental, no se debe entrenar duro siete días a la semana. El yoga es una práctica que ayuda a descomprimir los músculos. Atiende las peculiaridades de tu cuerpo. En el caso de los corredores, restaura los músculos de la espalda a su longitud original, lo que permite que los fondistas mantengan su rango de movimiento y fortalezcan su cuerpo’, agrega.
