Blaise Matuidi, en el 90+4, firmó el 2-2 definitivo. Antes, Messi había adelantado al Barça en el 38, el sueco Zlatan Ibrahimovic había igualado (80) y Xavi Hernández (88 de penal) había puesto a los suyos con un 2-1 a favor, que finalmente no pudieron mantener.
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Messi había sido reemplazado en el descanso por Cesc Fábregas, con un dolor en el muslo derecho, apenas unos minutos después de haber abierto el marcador con un disparo cruzado en el 38. Sufrió una lesión en el bíceps femoral y el miércoles se someterá a pruebas médicas para evaluar la gravedad.
El empate en casa en su estadio, de todas formas, deja las cosas complicadas para el París Saint-Germain, que hacía 18 años que no jugaba unos cuartos de final de la máxima competición europea, justo en el año 1995, en el que eliminó al Barça en esta misma ronda.
El equipo catalán, avisado por ese precedente y por su caída 2-0 en la ida de octavos en Milan, que había obligado a épica remontada en la vuelta (4-0), afrontará con un resultado positivo la vuelta del miércoles 10, aunque quedó con un sabor amargo por dejar escapar el triunfo y la lesión de su gran estrella.
En la tabla de goleadores, Messi alcanzó, con 8 dianas, a Cristiano Ronaldo (Real Madrid) y Burak Yilmaz (Galatasaray).
Si la lesión del argentino fue la mala noticia del día para el Barcelona, entre las buenas estuvo sin duda la presencia del entrenador Tito Vilanova en el banquillo, en su primer partido desde la vuelta la pasada semana de Nueva York, donde ha estado tratando su cáncer de la glándula parótida.