La prensa inglesa fue prácticamente unánime este miércoles en sus críticas al árbitro turco Cuneyt Çakir, al que culpan por la expulsión del portugués Nani en la segunda parte del partido perdido el martes por el Manchester United ante el Real Madrid (2-1) en la Liga de Campeones.
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Ese resultado a favor de los españoles supuso la eliminación de los ‘Red Devils’ en los octavos de final del gran torneo continental, ya que a la ida en Madrid habían empatado 1-1.
“Robados”, para el Daily Mail, “Injusticia” para el Manchester Evening News, “Rotos” para The Sun… La prensa británica coincidía en el diagnóstico, ya que el United dominaba 1-0 cuando Nani vio la tarjeta roja, dejando a los locales con diez ante un rival peligroso.
Los titulares rivalizaban en juegos de palabras para resumir lo ocurrido por la noche, recurriendo a Çakir a menudo, como responsable de lo ocurrido.
Los diarios se apoyaban en las declaraciones de José Mourinho, técnico del Real Madrid, que estimó que “el mejor equipo perdió”.
Para el Times, esas palabras del entrenador portugués se deben a una operación de seducción y de imagen de ‘Mou’ para volver a entrenar en el fútbol inglés, uno de sus deseos no disimulados.
Los comentaristas y analistas no discutían la infracción de Nani, pero juzgaron que la sanción fue desproporcionada y que la acción no merecía una expulsión. El propio Times señalaba que “como mucho, merecía una amarilla”.
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El Daily Mail destacó que el jugador “sólo miraba el balón” y el Independent, con reputación de moderado, evoca un “ataque del árbitro contra el orden natural del juego”, que habría echado por tierra “las enormes reservas de voluntad del Manchester United”.
Una voz discordante resonó sin embargo en este concierto de protestas, la del excapitán del Manchester United, Roy Keane, para quien el árbitro tomó “la decisión acertada”.
“Era juego peligroso. Hay que tener cuidado con el resto de jugadores en el campo”, estimó en el Sun el excentrocampista irlandés, conocido por su sinceridad al hablar.
El árbitro turco no es un desconocido para los aficionados y comentaristas ingleses, que evocaron otros malos recuerdos.
En el año 2012, por ejemplo, Çakir sacó la tarjeta roja en tres partidos que implicaban a equipos ingleses: Barcelona-Chelsea (vuelta de semifinales de la Liga de Campeones, roja a John Terry), Chelsea-Corinthians (final del Mundial de Clubes, roja a Gary Cahill) e Inglaterra-Ucrania, en las eliminatorias para el Mundial-2014 (Steven Gerrard).
Después de ese último partido, el capitán del Liverpool había declarado que “cuando no había habido ninguna entrada, el árbitro ya había mostrado siete tarjetas amarillas”.
La prensa inglesa también destacó el enfado del entrenador Alex Ferguson, que no estuvo en condiciones de comparecer ante la prensa. Tampoco habló a los periodistas tras el derbi City-United esta temporada, aunque ese duelo había acabado con victoria para los suyos.
