“No pude hacer todas las preguntas, pero creo que los interrogantes más importantes y las respuestas que la gente alrededor del mundo estaba esperando escuchar fueron respondidas”, dijo la diva de la televisión estadounidense en el programa “This Morning” de CBS.
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Armstrong grabó el lunes una entrevista de dos horas y media de duración con Winfrey en su ciudad natal, Austin, en el sureño estado de Texas.
Tanto The New York Times como USA Today citaron fuentes con conconocimiento de la cinta que afirman que el siete veces ganador del Tour de Francia admitió haber utilizado sustancias prohibidas durante su carrera.
De acuerdo con esos periódicos, Armstrong admitió ante Winfrey haber utilizado fármacos para mejorar su rendimiento deportivo, durante la entrevista que será difundida el jueves en la red de cable de la propia presentadora.
Después de años de negar dopaje y rechazar acusaciones en ese sentido, Armstrong confesó por primera vez haberse dopado, afirma la página web del diario USA Today, que cita a una fuente anónima.
Interrogado por la AFP, Mark Fabiani, portavoz del deportista, rechazó realizar cualquier comentario. “Nos pusimos de acuerdo con el equipo de Oprah para no realizar ningún comentario hasta la difusión de la entrevista y respetaremos este acuerdo”, indicó.
Winfrey indicó en CBS que ese acuerdo era para “dejar a la gente sacar sus propias conclusiones”.
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“En el momento en el que dejé Austin y aterricé en Chicago, todos ustedes ya lo habían confirmado. Así que estoy como… ¿cómo lo hicieron? Todos acordamos que no diríamos nada”, dijo Winfrey.
“Estoy sentada aquí ahora porque ya ha sido confirmado. Aquí estamos”, agregó.
Cualquier confesión por parte de Armstrong podría tener ramificaciones legales o financieras, particularmente entre las grandes corporaciones como Nike, que permaneció lealmente a su lado cuando las acusaciones de dopaje se hicieron más intensas.
Desde que la Unión Internacional de Ciclismo (UCI) borrara sus récords de los libros de registro, el Sunday Times de Gran Bretaña ha demandado a Armstrong por más de 1 millón de libras (1,6 millones de dólares) tras haberle pagado 300.000 libras por difamación en 2006 por publicar una historia en la que sugería su dopaje.
Una compañía de seguros de Texas ha amenazado también con acciones legales para recuperar millones de dólares en bonos que le pagó por múltiples victorias.
Además del dinero de sus primas de victoria que podría tener que devolver, el deportista podría exponerse a causas penales, según algunos juristas.
“Lo peor que podría ocurrirle es que fuera reconocido culpable de perjurio”, explicó el profesor de derecho Michael McCann.
La exatleta Marion Jones, que confesó ante Oprah Winfrey haberse dopado en 2008, pasó seis meses en prisión por haber mentido a los investigadores.
Winfrey describió la entrevista como difícil y por momentos emotiva.
“Fue sorpresivo para mí. Diría que para mí, mi equipo, todos los que estábamos en la sala, estábamos hipnotizados y fascinados por algunas de sus respuestas”, explicó.
“Sentí que estaba pensativo. Pensé que era serio. Pensé que ciertamente se había preparado para este momento. Yo diría que se encontró con el momento, y al final, dos horas y media literalmente dos horas y media, los dos estábamos bastante exhaustos. Y puedo decir que quedé satisfecha”, afirmó.
Esta constituye la primera charla de Armstrong, de 41 años, con la prensa desde que en octubre fue despojado de sus siete títulos del Tour de Francia (1999-2005), luego de que la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) afirmara que ayudó a organizar el programa de dopaje más sofisticado de la historia del deporte.
Tras ser sancionado, Armstrong perdió a la mayor parte de sus patrocinadores y debió cortar los lazos con su fundación de lucha contra el cáncer, Livestrong.
Antes de la grabación de la entrevista con Winfrey, Armstrong se disculpó personalmente con los empleados de la fundación que creó y cuyo consejo de administración abandonó a mediados de noviembre, en pleno escándalo por las acusaciones de la USADA.