El delantero argentino del Barcelona, Leo Messi, aseguró este jueves que se encuentra “bien” tras sufrir un golpe en la rodilla el miércoles en el partido de Liga de Campeones contra el Benfica portugués, y se ejercitó este jueves en el gimnasio.
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“Me encuentro bien, por suerte fue sólo un golpe”, dijo Messi este jueves, durante un acto promocional de una línea aérea, aunque matizó: “No sé si estaré el domingo, depende de cómo evolucione”.
El astro argentino se refirió de esta manera a su eventual participación en el partido de Liga del domingo contra el Betis, después que este jueves se haya limitado a hacer recuperación en el gimnasio, descartando cualquier tipo de lesión grave.
El astro argentino sufrió “una contusión” en la rodilla izquierda en el minuto 85 del partido contra el Benfica (0-0) al sufrir un golpe en un regate al portero del equipo luso, Artur Moraes, teniendo que ser retirado en camilla.
“Cuando iba en la camilla pensé en lo peor, en el dolor que tenía, en estar mucho tiempo fuera de la cancha”, añadió el delantero argentino, recordando que “siempre que entras a un campo hay riesgo de lesión”.
“Una vez llegué al vestuario y los doctores me examinaron, me hicieron las pruebas y descartaron la lesión de gravedad, me quedé mucho más tranquilo”, insistió.
Messi afirmó que acabó disparando a puerta tras el regate, antes de caer al suelo con evidentes muestras de dolor, porque “sinceramente, pensé que iba a ser la última pelota que iba a tocar en mucho tiempo. A pesar del dolor intenté pegarle, a pesar que no tenía ni fuerzas para levantar la pelota. La realidad es que pensé lo peor, pero la vi ahí y quise jugármela”.
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Además, negó que en su actuación pudiera haber jugado su afán por superar el récord de goles en un año natural que detenta el alemán Gerd Müller desde 1972.
“El récord de Müller no es una obsesión para mí. Sería bonito porque hace muchos años que está”, dijo el “Pulga” en referencia a los 85 tantos que marcó el alemán hace 40 años, uno más de los que lleva Messi, que todavía tiene cuatro partidos por delante para batirlo antes de que acabe 2012.
A pesar de que su retirada en camilla del césped del Camp Nou encendió todas las alarmas, Messi consideró este jueves que, aunque hubiera tenido que estar mucho tiempo de baja, “el equipo conmigo o sin mí seguiría igual. Hay jugadores de sobra”.