Empieza la agónica cuenta regresiva para Felix Baumgartner tras siete años de intensa preparación. El próximo lunes 8, este piloto austriaco de 43 años se lanzará desde el espacio y caerá 37 kilómetros al vacío, en un intento por batir el récord mundial en caída libre y convertirse en el primer hombre en romper la barrera del sonido.
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Podría ser un suicidio. Sin embargo, Art Thompson, director técnico del proyecto Red Bull Stratos, confía en que el millonario equipo técnico dispuesto para este singular desafío triunfará en este viaje a lo desconocido. ‘Por primera vez tenemos monitores espaciales de alta definición’, dice Thompson desde la base espacial en Nuevo México. ‘Su traje llevará integrado un sistema de respiración asistida y cuatro rastreadores GPS ‘.
En tierra, un equipo estelar de científicos e ingenieros unirán talentos para traer a Baumgartner de regreso a casa.
No es que el audaz piloto no le tema a nada. ‘Nuestra mayor preocupación sería cualquier tipo de corriente de viento, una eritropsia (cuando toda la sangre del cuerpo sube a la cabeza) o un desmayo’, afirma Thompson.
Cayendo a 1.200 km por hora, estas situaciones podrían poner en riesgo la vida de Baumgartner. Durante las pruebas de entrenamiento, el austriaco -también conocido como ‘Felix Sin Miedo’- ha logrado superar algunos ataques de pánico. El equipo ha hablado con franqueza sobre las posibilidades de morir, pero él ha insistido con el desafío.
Además del salto récord, Thompson cree que la misión marcará un hito en la historia de la exploración espacial . ‘Viajar a velocidades de Mach (medida de alta velocidad) y lograr traer a la gente a la Tierra sin peligro supone un gran avance, en especial para los programas espaciales privados’, dice.
Tom Crouch, curador principal de aeronáutica en el Museo Nacional del Aire y el Espacio de Estados Unidos, comparte este punto de vista: ‘Sin duda, la medicina aeronáutica y el turismo espacial podrán aplicar los resultados‘.
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Antecedentes Estos son algunos de los otros saltos en caída libre que se han realizado. 1960. Joe Kittinger(EE.UU.) logró saltar 31,3 km. Hoy forma parte del equipo de Red Bull Stratos.
1962. Eugene Andreev y Piotr Dolgov, paracaidistas del ejército soviético, saltaron desde 24,4 km de altura, pero Dolgov murió asfixiado.
1966. Nicholas Piantanida (EE.UU.) saltó desde 17,3 km, pero un problema con la máscara lo dejó en estado de coma.
2012. Felix Baumgartner hizo un salto de prueba en julio desde una altura de 29,4 km. También ha saltado desde el Cristo Redentor, Río de Janeiro.