El fuego es fundamental en la cerámica. A altas temperaturas, el barro se cuece, se compacta, se hace firme, se expresa. Esta temperatura puede variar entre los 1200 y los 1250 grados. A este momento se le llama ‘Punto de fusión’. En ese momento, el barro deja su condición terrosa, primigenia, natural, y se transforma en cerámica, en forma, en expresión.
PUBLICIDAD
‘Punto de fusión’ expresa, entonces, un momento de transformación, de cambio de estado, un punto de quiebre. Por eso, la colectiva de cerámica que este sábado 23 de noviembre se inaugura en Dédalo toma este nombre. Como el barro, con ‘Punto de fusión’ 10 jóvenes ceramistas se exponen al fuego de nuestra mirada, al fuego necesario para que sus obras se transformen en vehículos expresivos.
Gabriel Lores, joven ceramista egresado de la Facultad de Arte de la PUCP, es quien ha reunido a los artistas que participan de la muestra. Son 11, todos jóvenes, agrupados en ocho talleres, quienes, además de su pasión por el arte y el uso de la cerámica como técnica y lenguaje, tienen en común su paso por la Católica, la investigación como norte, la curiosidad como consigna y a Barranco como territorio de su trabajo (y de sus talleres).
En un país con una inmemorial tradición alfarera, ceramista, Lores encontró una continuidad, pero disruptiva. ‘Somos un país que fabrica cerámica desde sus inicios civilizatorios. Esto ha sido bueno porque señala una tradición, sin embargo, la cerámica la asociamos más con lo artesanal, con los mercados para turistas. En ‘Punto de Fusión’ hay una mirada a la técnica, pero lo que nos interesa es hacer visible que existen artistas que le han dado una mirada contemporánea a su uso. Que aquello que nos resulta milenario también es contemporáneo. Miramos la tradición, sí, con respeto, pero sobre todo con libertad. Algunos nos inspiramos en el trabajo de comunidades amazónicas, otros le damos una mirada a culturas como Moche, otros fijamos nuestra atención en culturas orientales, pero solo como antecedente, como un elemento más a tomar en cuenta. Somos jóvenes, somos contemporáneos, miramos al mundo’.
Los talleres que participan en ‘Punto de Fusión’ son Altamar Ceramic Studio (del artista Nagib Zariquiey), Awka Cerámica (de Noah Alhalel & Álvaro Macalopu), Greda Barranco (de Gabriel Lores), Meteoro Studio (de Yurak Britto), Piedra en la montaña (de Sergio Murga), Polen Ceramic Studio (de Elizabeth Vásquez), Taller Dos Ríos (de Alleen Gavonel, Rocío López y Javier Bravo de la Rueda) y Zhao Ceramics (Álvaro Macalopu).
Nagib Zariquiey (Altamar Ceramic Studio), además de la forma, tiene una fijación en las texturas, en cómo el barro primigenio alcanza nuevas expresiones después del paso por el fuego. En su trabajo hay color, hay forma, hay piel.
Elizabeth Vásquez (Polen Ceramic Studio) se inspira en lo orgánico, en la vida, en la naturaleza. Su trabajo tiene guiños a algunas culturas amazónicas, pero, además de la forma, la textura y el color, sus piezas hablan, silban, cantan, nos dicen siempre algo.
PUBLICIDAD
Álvaro Macalopu t(Zhao Ceramic y Awka Cerámica) es un escultor que tiene dos culturas en su sangre: la peruana y la china. Su trabajo ahonda en los vasos comunicantes de estas dos culturas milenarias. Su cerámica, con influencia moche, muestra dragones chinos en lugar de reptiles y serpientes, y colmado de espiritualidad, hoy fabrica hermosas teteras para la ceremonia del té, esa devoción llena de mística oriental.
Yurak Britto (Meteoro Studio) usa las tierras del Huaycoloro que inundaron Lima y otras que recogió en Cajamarca para crear piezas abstractas, coloridas y muy expresivas. Las forma, las deforma, las somete al fuego, las mezcla con madera, metal y otros materiales y, así, les otorga libertad y autonomía. Son un grito.
Sergio Murga (Piedra en las montañas) usa a la cerámica como un lienzo. Explora el viaje de la piedra, el envejecimiento geológico de la tierra, la piel arcillosa que la cubre. Luego, con su trabajo, intenta repetir esa experiencia sensorial en los colores, texturas y formas de sus piezas.
En ‘Punto de Fusión’ se exhibirán piezas de arte utilitario, pues muchos de estos talleres dedican parte de sus actividades a estas tareas. Restaurantes como Centralk, Kjolle, Mil, Maido, y bares como Mayo y Carnaval son algunos de sus principales clientes. Pero también se mostrarán piezas puramente artísticas, creadas específicamente para esta colectiva.
No pierda la oportunidad de apreciar el trabajo de estos jóvenes y talentosos ceramistas. ‘Punto de Fusión’ significará un verdadero punto de quiebre para esta larga tradición artística.
DATOS
‘Punto de Fusión’ se inaugura este sábado 23 de noviembre, a las 7 p.m., en Dédalo (Paseo Sáez Peña 295, Barranco).
Informes Andrea Cornejo, 9977577509; (01) 477-5131.
Va hasta el 31 de diciembre.
Visitas: de L a S, de 10 a.m. a 8 p.m. D, de 11 a.m. a 7 p.m.
Ingreso libre.
LEE TAMBIÉN
– Aumenta condena a Montesinos a 17 años por secuestro de Samuel Dyer
– ‘Fuller House’: fecha de estreno en Netflix de temporada 5
– Francesa domó una gigantesca ola y sería el nuevo récord en el surf
– Elecciones 2020: plantean implementar renovación por tercios
– Creador de galletas contra anemia lidera votación de History Channel