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Por Zoë MasseyFOTÓGRAFA
El 29 de junio es feriado y no es un feriado cualquiera, es uno de fiesta en el mar. Hace unos años viví en Máncora y tuve la suerte de ir a pasear en bote siguiendo a la procesión de San Pedro por el mar. Allá es una semana de fiesta, de feria, de juegos mecánicos (o sillas voladoras y gusanito), conciertos, bailes, alegría local y color (y chela, claro, mucha chela). Recuerdo haber visto en la TV varias veces la procesión en Chorrillos. Si la memoria no me falla, una vez la imagen fue a caer al agua, o eso lo inventan ya mis recuerdos.
Chorrillos, barrio de pescadores, cierra sus calles y arma tremenda feria. Comida por todos lados, juegos, saltarines, premios, luces de colores, fotos al paso, más comida y castillo de fuegos artificiales. Sé que nada de esto tiene que ver con la fiesta católica en sí, pero divertido es. En Chorrillos se conmemora en la misma fecha al mártir José Olaya, quien fue pescador de oficio y se ofreció como emisario secreto entre el gobierno independiente y los patriotas de Lima en épocas de la lucha por la independencia de nuestro país.
En el Callao también, luego de misa salen a recorrer el litoral en bote llevando la imagen de San Pedro, seguida por los devotos en otros botes que llevan arreglos florales y ofrendas. En Ancón y San Bartolo, lo mismo.
En la playa El Silencio, Punta Hermosa, donde se mantiene también un pequeño grupo de pescadores, hay procesión, las andas van cargadas al ritmo de la música, los petardos del camino y llegan hasta al mar. Banderines de colores, orquesta, unión, alegría, promesas y agradecimientos por lo que el mar les trae a sus mesas y bolsillos.
Este año quiero ver si logro ir a Pucusana, distrito pescador de siempre, donde el día de trabajo se convierte en día de fiesta, hay comida por todos lados y se sale a pasear en bote siguiendo a la imagen de San Pedro. En las últimas semanas he leído sobre el pésimo estado en el que se encontraba la zona del muelle debido a que llegan botes pescadores de todos los puertos del país y este pequeño distrito no se da abasto para tanta embarcación.
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La cantidad de basura se multiplica, el mar termina lleno de aceite, la playa pequeña es usada como taller mecánico de botes… y justo este verano que pasó me había dado con la bonita sorpresa de encontrar el mar limpio, a los pescadores locales organizados. Ellos mismos habían organizado limpiezas en la zona. Espero que este sea el panorama el 29 de junio y no el de hace pocas semanas. Es desastroso lo que le podemos hacer al mar cuando no lo respetamos (yo no soy católica, pero puedo apostar que al mismo San Pedro esto no le hace gracia en lo absoluto).
Este viernes, abrígate y sal de casa, busca a los amigos, la familia, agarra tu carro, chapa tu combi y ven a vivir una de las tradiciones más alegres de nuestro país, una fiesta de pescadores y para todos. De hecho, todos deberíamos agradecerle al mar y pedirle disculpas por hacerle tanto daño… Hasta el cierre de esta columna no encontré ninguna información sobre horarios. Sé que son en las mañanas, ¡así que a encomendarse no más!
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