‘Uruguayismos nuestros’, por Zoë Massey

POR ZOË MASSEYFotógrafa@ZoePix

El Codex Trujillo es un conjunto de acuarelas -recopiladas en el siglo XVIII por el obispo Baltasar Jaime Martínez Compañón- que muestran la vida y las costumbres de la población del Virreinato del Perú, así como de la época precolombina. Considerado uno de los documentos fundacionales de la identidad del Perú, el pasado 7 de junio la madrileña Casa de Remates Alcalá puso en subasta un tomo de 136 acuarelas de las cerca de 1.400 que se conservan en la Biblioteca Real de Madrid y que no se sabe cómo ni cuándo llegaron a España.

El Museo de Arte de Lima (MALI) ofreció pagar el precio inicial que ponía la casa y fue el único postor. Sin embargo, no pudo llevarse las acuarelas que forman parte del Codex Trujillo, pues estas fueron declaradas un bien nacional español inexportable, siendo adquiridas por el Estado español. Increíble pero cierto. Busco más información al respecto y encuentro que si bien han sido declaradas ‘inexportables’, podrían ser entregadas en calidad de préstamo ‘de por vida’ en algún momento al Perú…

El artista y cineasta uruguayo Martín Sastre invita a artistas y público en general a hacer una copia de todas las acuarelas del Codex, pues de esta forma el documento volverá a su país de origen gracias a sus propios ciudadanos: ‘La inmaterialidad de la obra de arte permite que podamos reproducir el Codex en el Perú, de donde nunca debería haber salido sin pasar por subastas, ni expropiaciones, ni préstamos de por vida’, comenta Sastre, quien viene al Perú a la muestra Uruguayismos, que se llevará en paralelo en el MAC (Av. Grau 1511, Barranco), donde fue inaugurada ayer, y en la Galería del Paseo (General Borgoño 770, Miraflores) desde mañana 10 de agosto.

En esta muestra se podrá ver el resultado de este rescate del Codex y también el trabajo de Pablo Conde, Paola Monzillo y Pablo Uribe, artistas uruguayos, referentes del arte latinoamericano actual, con amplio CV de exposiciones dentro y fuera de su país. Ellos vienen al Perú en esta muestra colectiva bajo la curaduría de Manuel Neves.

Esta muestra que hoy recomiendo recién inaugura después que yo termine de escribir este texto, así que aún no la he podido ver. Suena sólida su propuesta y resulta interesante saber que en el MAC habrá instalaciones de gran formato y en la Galería Del Paseo habrá pequeño formato. Dos espacios que nos traen el trabajo de artistas que han ido y venido de bienales, concursos, exposiciones individuales y colectivas y que hoy podremos disfrutar.

Toda esta propuesta me lleva una vez más a cuestionarme no solo la situación de los bienes culturales de nuestro país y cómo es un artista extranjero quien nos lo recuerda, sino también al valor que le estamos dando a diferentes propuestas actuales sin siquiera cuestionarlas. Somos una sociedad que no se entera de subastas de arte en otro país, pero que a la vez no acepta crítica constructiva sobre nuestra falta de curiosidad y/o información.

Ayer leía una nota de un fotógrafo y filósofo peruano que cuestiona este valor que se le da al arte nacional actual, ¿quién lo decide o cómo se mide? Hace unos pocos días salió a la luz el caso de un artista que mintió sobre su trabajo y todos le creímos. Pero nadie aceptó luego culpas, ni quienes difundieron, ni él, ni la galería, ni los medios, nadie. ¿Tal vez no será hora de un poco de autocrítica?

El MAC te espera, la Galería del Paseo también, y para el camino, un emoliente al paso cae perfecto. Yo, todo invierno espero las 6 de la tarde, que viene la emolientera al barrio. ¡Buen miércoles!