Miami. El diputado español Francisco Molinero Hoyos, que a fines de noviembre sufrió un infarto en Florida (Estados Unidos) cuando asistió al juicio de Pablo Ibar como parte de una delegación parlamentaria, recibió ya el alta médica y, aunque se siente “muy cansado”, confía en regresar en los próximos días a España.
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“Fue un milagro”, dijo hoy Molinero sobre el haber salido con vida de lo que le ocurrió el 27 de noviembre en un centro comercial del condado de Broward, al norte de Miami.
Ese día la delegación que el lunes 26 asistió al inicio de la vista oral del juicio al hispano-estadounidense Pablo Ibar, que por cuarta vez es juzgado por un triple asesinato ocurrido en 1994 en Florida, hacía unas últimas compras antes de ir al aeropuerto para tomar el vuelo de vuelta a España cuando el diputado popular por Albacete sufrió un infarto.
Aunque dice que hay cuatro días de su vida que se le han “borrado de la cabeza”, Molinero Hoyos, de 65 años, dijo que sabe que hubo un “ángel” que le reanimó en el centro comercial antes de que llegaran los servicios de emergencia y le salvó la vida, algo que le agradecerá siempre.
El diputado fue llevado a un hospital donde le operaron dos veces, una para desbloquear una arteria y colocarle un stent y otra para implantarle un desfibrilador, según dijo a Efe.
Los médicos le dijeron que se salvó milagrosamente pues lo que le ocurrió es lo que produce una “muerte súbita”.
Este martes recibió el alta médica y abandonó la clínica en compañía de su hijo Luis, llegado de España, y ahora le toca pasar una revisión este jueves o viernes para poder regresar.
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Molinero Hoyos, que no fuma ni toma alcohol, dijo que después de un “gran susto” como este, uno se hace siempre buenos propósitos y en su caso va a ser ir al gimnasio y hacer dieta.
“Estoy decidido, tengo una voluntad de hierro”, aseveró.
Fuente: EFE