La reciente solicitud de asilo del expresidente Alan García a Uruguay, que se da en plena investigación por el caso Odebrecht, ha remecido nuestra política.
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Si aún no tienes clara la figura del asilo y cómo se aplica, aquí te damos algunos detalles.
En primer lugar, este mecanismo está regulado por la Convención sobre Asilo Territorial y Diplomático, suscrita en la X Conferencia Internacional de Caracas del 28 de marzo de 1954, que el Perú ratificó en 1961.
‘El asilo es una forma de protección de un Estado hacia un extranjero. Puede ser de índole territorial, aquel que se concede dentro de las fronteras de un Estado a un extranjero; o de corte diplomático, donde el perseguido se refugia temporalmente en la embajada de otro país’, explica Alonso Gurmendi, abogado especialista en Derecho Internacional Humanitario y docente de la Universidad del Pacífico.
Este mecanismo de protección está pensado para personas perseguidas o procesadas por delitos políticos como traición, sedición y rebelión.
Sin embargo, el artículo III de la convención especifica que ‘no es lícito’ conceder asilo a personas que se encuentren inculpadas o procesadas por delitos comunes, entre los que figura la corrupción.
Además, el artículo V establece que el asilo solo puede ser concedido ‘en casos de urgencia y por el tiempo estrictamente indispensable para que el asilado salga del país’ con la seguridad necesaria para proteger su vida, libertad o integridad. ‘Para concederlo, se debe evaluar la urgencia y si hay o no las condiciones de una persecución política en el Perú. Esto le corresponde a Uruguay, que no tiene un plazo definido para hacerlo’.
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Si Uruguay decide aprobar la solicitud, debe requerir al gobierno peruano un salvoconducto para Alan García, el cual le permitiría salir de la residencia del embajador en San Isidro, ir al aeropuerto y viajar a Uruguay. ‘Si Perú decide no otorgar el salvoconducto, García permanecería en la residencia de manera indefinida’.
Toda esta situación podría causar tensiones entre ambos países. Si el Perú quiere rebatir la decisión de Uruguay, deberá interponer una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Sin embargo, esto no necesariamente significaría un rompimiento de las relaciones diplomáticas. Como medida de protesta, el Perú solo podría llamar en consulta a su embajador en Montevideo.
‘Si no procede el asilo, Alan García sería invitado a dejar la embajada. No soy penalista, pero imagino que el Ministerio Público solicitaría medidas más estrictas que el impedimento de salida para evitar que siga probando suerte en otras embajadas’, aclara Gurmendi.
Antecedentes
- El Perú asiló a varios políticos venezolanos, opositores al régimen de Hugo Chávez (quien falleció el 2013); y también a bolivianos que se oponían al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada (en su segundo gobierno del 2002 al 2003).
- Algunos peruanos también han solicitado protección a otros países. El 2009, Nicaragua concedió asilo al dirigente indígena Alberto Pizango, que encabezó las protestas del ‘Baguazo’ en junio del 2009.
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