La vista de Estado a Alemania del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha provocado que en Berlín se extremen las medidas de seguridad, con cortes al tráfico rodado, ferroviario, fluvial y aéreo y el cierre del barrio gubernamental.
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“Por favor, tengan en cuenta las restricciones al tráfico aéreo, vigentes en toda la ciudad y alrededores y también para drones”, recuerda la policía de Berlín a través de su cuenta de Twitter.
Advierte a los conductores y usuarios del servicio de transporte público que, aunque “todavía no hay tráfico de fin de semana”, ya se registra el “nivel rojo de atascos”.
“Para el traslado del presidente turco al Palacio Bellevue son necesarios amplios cortes de tráfico. Helicópteros de la policía acompañan desde el aire”, alertaba la policía antes de reunión de Erdogan con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, que recibió al jefe de Estado turco con honores militares, pero una extrema frialdad que no pasó desapercibida.
También los servicios del transporte público piden a los usuarios que calculen un tiempo adicional y usen alternativamente el metro.
Las extremas medidas de seguridad se comenzaron a notar ya ayer por la mañana, con rutas de autobuses desviadas, principalmente las que circulan por la avenida Unter den Linden, que desemboca en la Puerta de Brandeburgo, cerca de la cual se encuentra el Hotel Adlon, donde se hospeda el presidente turco.
Usuarios del autobús TXL que une el centro de Berlín con el aeropuerto de Tegel, donde aterrizó ayer el presidente turco en la zona militar, tuvieron que improvisar después de percatarse que la línea, que también circula por Unter den Linden, había quedado suspendida.
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El enojo de los berlineses y turistas ante tamaño despliegue de seguridad, se ve acompañado del constante ruido de sirenas, de helicópteros sobrevolando la ciudad y la omnipresencia de la policía.
Ya ayer unos 3.500 agentes velaron por la seguridad en el inicio de la visita de Estado de Erdogan; hoy, debido a las manifestaciones convocadas, la cifra asciende a hasta 4.200, número que supera a la de anteriores visitas de alto rango y peligrosidad, cita el diario berlinés “Der Tagesspiegel” a la policía.
Así, por ejemplo, unos 2.500 agentes velaron por la seguridad en las visitas en 2016 del primer ministro israelí, Benjamín Netanjahu, y del entonces presidente estadounidense Barack Obama.
La policía alemana contó ayer con la colaboración de 900 agentes de otros siete estados federados, para hoy la cifra asciende a 1.300.
Fuente: EFE