Lograr el primer puesto en el cómputo general del exigente examen de admisión a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos es una meta alcanzada por muy pocos, como Diego Romero Ramírez, quien acaba de ingresar a la especialidad de Ingeniería Biomédica y cuyos padres nos cuentan el detrás de cámara de su importante triunfo.
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Con la timidez propia de sus 17 años, Diego contó a la Agencia de Noticias Andina que la carrera elegida reúne todos sus intereses: la medicina, la física, las matemáticas y la tecnología. Se vislumbra como ‘un empresario digno en las ciencias de la salud, en una multinacional, trabajando en un país pobre’. Sueña con lograr un cambio importante en la política sanitaria.
Pero ¿Este logro recae únicamente en su gran talento o es resultado de una estrategia familiar para sacar lo mejor de él?
Es la suma de ambos factores, sostienen José Romero Viena y Tereza Ramírez Díaz, sus papás, quienes comparten aquí los posibles secretos que lo han llevado al éxito y que podrían servir a otros padres de familia interesados en ayudar a sus hijos a destacar en el mundo académico y la vida en general.
1.- Dejarlo intentar una y otra vez
El papá de Diego, abogado de profesión, comentó que desde que estaba en primero de secundaria lo alentaron a postular a la universidad. Lo hizo en total nueve veces (incluido el último examen) y a distintos centros de formación.
Es así como se presentó a la Universidad del Callao, la Universidad Nacional Agraria La Molina y la UNNMS, en donde finalmente se quedará. La idea era poner a prueba su talento y conocimientos. Increíblemente logró ingresar todas las veces y a diversas especialidades: matemáticas, física, química, y estadística.
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‘Es un chico muy talentoso. Domina todo lo que son áreas de ciencias. Nosotros decimos si uno sabe hay que demostrarlo y los exámenes de admisión permitieron evidenciar sus deficiencias y virtudes’.
Los resultados obtenidos en cada examen eran aprovechados por los papás de Diego para saber en qué necesitaba refuerzo para la siguiente prueba.
‘En cada ocasión mejoraba su puntaje. Creemos que esto ha sido determinante para lo que ha logrado ahora’. Interesante método que además le hacía perder el miedo a este tipo de pruebas.
2.-Conocer sus habilidades
‘Sabíamos que era muy talentoso, pero fuimos a un psicólogo para conocer cuáles son sus habilidades. Así descubrimos, a través de una prueba de inteligencia, que tenía muy desarrollado el área lógico abstracto, importante para el tema de ciencias’, comentó el señor Romero.
Esta iniciativa, dijo, les sirvió mucho para saber dónde dejarlo por su cuenta y dónde reforzar aspectos que podrían significar un escollo en su plan para ingresar a la universidad.
‘Les recomendaría a los padres de familia que traten de averiguar cuáles son las habilidades de sus hijos y luego busquen explotarlas. Muchos padres cometen el error de decirles que estudien esto o aquello, pero es posible que no tengan habilidades para esas carreras. Es fundamental conocer lo que les gusta, para qué son buenos, ese es el principio del éxito de todo’.
3. No tanta presión
Nunca se debe ejercer demasiada presión sobre los hijos en materia de estudios, comentó Tereza Ramírez, economista de profesión y con estudios de Derecho.
‘Muchos padres piensan que lo hacemos estudiar mucho, pero no es así. Él tenía su espacio para la recreación, como por ejemplo el baile. Lo inscribimos a las 7 de la noche. Su papá venía del trabajo y lo llevábamos a bailar de 7 a 9 de la noche. Además, llevaba clases de oratoria y natación, porque eso es lo que quería’.
Pese a la gran cantidad de actividades, señala que a Diego nunca le gustaba faltar al colegio ni llegar tarde.
‘El nadaba de 2 a 3 de la tarde. Yo iba con el almuerzo y lo sacaba del colegio para llevarlo a la natación y después regresaba al colegio a seguir estudiando’.
4. Apoyar su curiosidad
José Manuel Romero destacó la constancia y dedicación innata de su hijo. ‘Para él, estudiar no es una obligación. A él le gusta investigar, leer. Ha sido autodidacta en muchas cosas’.
Comenta que con sus propinas se compraba libros y no pocas veces le pidió a sus padres que le compraran más enciclopedias para resolver sus dudas sobre algunas materias.
‘Desde chiquito se le incentivó la lectura. Comenzando con revistas y luego periódicos. Él lee periódicos todos los días. Comenzamos desde los más sencillo a lo más complejo. De lunes a viernes lee La República y el fin de semana lee El Comercio. Él conoce la actualidad’.
Ahora se entiende su proyección profesional debido a que está informado sobre la gran necesidad de expertos en tecnología que ayuden a resolver los numerosos problemas médicos y clínicos que aquejan a muchos países, especialmente a lo que se encuentran en vías de desarrollo.
5. Fomentar la disciplina y organización
Para la señora Tereza, es vital fomentar la disciplina y constancia en los hijos, a fin de que puedan alcanzar sus objetivos.
‘Los padres debemos ser perseverantes, constantes para armar al niño con disciplina. Eso le da tiempo para todo: Para jugar, estudiar, ver su televisión, Internet. Pero todo con horarios’.
Comentó que cuando Diego tenía que hacer un trabajo especial en el colegio se podía quedar despierto hasta las 12 de la noche; de lo contrario, descansaba temprano porque había que cuidar que él tenga una vida normal como todo niño de su edad.
A modo de consejo para los padres, dijo, que es importante ayudarlos siempre en todo aquello que no puedan solos, pero evitando sobreprotegerlos, porque eso les impedirá ser independientes y saber lo que en verdad prefieren.
6.- Ayudarlos a superar sus problemas
‘Todo niño es habilidoso’, sostiene la señora Tereza, “pero para ayudarlo a brillar es necesario conocerlo a fondo. Ser su amigo”.
‘Si él tiene confianza con los padres, podrá decir papá me falta eso, mamá no comprendo. Y la mamá tiene la responsabilidad de asesorarlo y si no sabe debe buscar una persona que pueda hacerlo’.
Comentó que esa experiencia la vivió con su hijo cuando era muy pequeño.
‘Cuando lo pasaron al área de miniolímpicos, él vio que el (curso) de razonamiento matemático ya venía con un libro de teoría (hace el gesto de un libro pesado) y empezó a decir eso a mí no me gusta. Entonces vi la necesidad de buscar un profesor que lo asesore. Lo apoyó dos años y luego lo soltó. Él solito siguió avanzando muy bien. En esa época Diego tenía 8 años’.
Sobre este punto, el señor Romero agrega que los niños no se frustran porque les da la gana.
‘Lo hacen porque necesitan apoyo. Hay que descubrir cuál es el problema que los aqueja y darle solución, así el niño continúa avanzando en los estudios’.
7.- Pasar tiempo con ellos
Para ambos padres es fundamental pasar tiempo con los hijos, no solo para supervisar que van bien en el colegio, sino para conocerlos, para saber cómo atenderlos.
Doña Tereza, quien dejó sus estudios de Derecho (su segunda carrera) para dedicarse íntegramente a la atención de Diego su único hijo refiere que sin la presencia de los padres, es más difícil que los chicos cumplan sus metas, porque ellos necesitan sentirse acompañados. Necesitan una guía.
‘Hay muchos padres que tienen dos o tres hijos y no les alcanza el tiempo. Y a veces hay necesidad de dejarlos. No es fácil, lo sé. Pero hay que hacer el esfuerzo’, aconsejó.
Agencia Andina
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