Berlín (Alemania). **Miles de manifestantes se concentraron hoy en las inmediaciones del bosque de **Hambach (oeste de Alemania) en apoyo a los grupos de activistas acampados en contra de las talas forestales y las extracciones de lignito y a los que desde el pasado jueves empezó a desalojar la policía.
PUBLICIDAD
La concentración aunó tanto a agricultores como a otros ciudadanos de esta región, contrarios a extender las extracciones carboníferas que comportarían la tala masiva en esos bosques, de unos 12.000 de antigüedad.
La movilización se produce después de que el pasado jueves empezara el operativo policial para desmantelar las cerca de 60 casetas de madera construidas en los árboles por los activistas.
Las fuerzas de seguridad alemanas detuvieron anoche a unos 30 activistas, operación en que resultaron heridos algunos ecologistas, ninguno de ellos de gravedad, según informaron hoy fuentes policiales.
Un grupo de activistas se había atrincherado en un túnel subterráneo, que finalmente abandonaron sin oponer resistencia.
PUBLICIDAD
El desalojo se inició el jueves y hasta ahora el dispositivo policial, en el que se ha empleado material antidisturbios, ha logrado desmantelar una docena del total de 60 casas de madera, instaladas a hasta 20 metros de altura, con el propósito de impedir las talas forestales.
Los ecologistas mantienen su ocupación en ese bosque desde 2012 y su presencia había sido tolerada por las autoridades locales pese a las sucesivas órdenes de desalojo.
Su acción se ha convertido en un símbolo de la resistencia contra las explotaciones de carbón de la región, tanto por los efectos de esa fuente de energía altamente contaminante como por la deforestación progresiva derivada de las talas.
El consorcio energético RWE se planea extender sus extracciones de lignito a cielo abierto, lo que implicará nuevas excavaciones a partir del próximo otoño.
Los bosques de Hambach se extendían hasta los años 80 por unos 85 kilómetros cuadrados, la mitad de los cuales han sido ya explotados por el consorcio, que estima hay aún 2.500 millones de toneladas de lignito por extraer.
En las operaciones de desalojo participan unos 4.000 agentes policiales, apoyados por vehículos antidisturbios y cañones de agua a presión.
El desalojo actual se ampara en una orden del departamento de la Construcción del Estado federado de Renania del Norte-Westfalia, que argumenta que esas construcciones no se ajustan a las debidas normas de protección contra incendios y que ponen en peligro el bosque.
Fuente: EFE