Las altas temperaturas han llegado ya a Europa, en un verano inusual en el que hasta ahora el mayor calor se había registrado en el norte y el centro del continente.
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Y es que el calor este año afecta a zonas de Europa que habitualmente no sufren temperaturas tan altas; así, en Austria los termómetros superan los 30 grados, aunque no se espera que se bata el récord de 40,5 grados alcanzado en 2013.
Por ello, la empresa responsable del transporte urbano de la capital austriaca, Wiener Linien, se propuso repartir 14.000 desodorantes, que se agotaron en un día, entre los pasajeros de la U6, según explicó el portavoz de la compañía Daniel Amman.
‘Esto no quiere decir que los pasajeros vieneses huelan peor que los de otros sitios’, explicó Amman pero las altas temperaturas pueden ‘hacernos más conscientes de los malos olores’, aclaró al diario británico The Telegraph.
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