La llegada del invierno nos alivia del intenso calor, sin embargo, no nos libra de otros factores externos que pueden seguir dañando nuestra piel. Según Roxana Novoa dermatóloga y consultora de Bio-Oil* , los factores climáticos propios del invierno , como el cambio brusco de temperatura, humedad ambiental, el viento, entre otros, resultan ser perjudiciales para nuestra piel.
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‘El frío causa vasoconstricción cutánea, a consecuencia, no llegan suficientes nutrientes ni oxígeno a las células de la epidermis, dejando a la piel opaca’, refirió el experto.
Además, el consultor de Bio-Oil nos refiere los siguientes efectos en la piel:
Aspecto deshidratado: La piel pierde movilidad y elasticidad, se altera su protección cutánea y produce deshidratación y sequedad.
Zonas sensibles: Hay partes del cuerpo que son más sensibles que otras, por ejemplo, los labios, que carecen de glándulas sudoríparas y sebáceas, por lo que en esa zona no se regula bien la temperatura. También las manos, expuestas a bajas temperaturas en invierno.
Cómo combatirlo.
Según la dermatóloga, mantener una adecuada higiene es fundamental para que la piel respire y se regenere, además, complementar los cuidados con hidratantes que conserven la humedad de la piel.
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Seguir una dieta rica en frutas y vegetales ayudará a captar los nutrientes necesarios para mantener y regenerar la piel desde adentro. Y por último, no solo se debe usar protección en verano, sino también en invierno ya que la radiación sigue presente, así no estés expuesto al sol.
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