Las memorias USB son dispositivos populares de uso simple que te permiten trasladar tus archivos desde un computador a otro, o incluso a otros dispositivos como equipos de música, consolas de videojuegos, televisores y más.
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La principal variante es el tamaño de la memoria. Hace años atrás habían pendrives de 128 mb, 256 mb y 512 mb. Tener uno de 1 Gb de capacidad era algo increíble. Hoy los más pequeños suelen ser de 4 u 8 Gb. ¿Pero solo eso determina su valor? No.
Conexión USB y velocidad de transferencia
También juega un rol fundamental el tipo de puerto USB que posea. Actualmente la mayoría es USB 2.0, aunque 3.0 ha ido masificándose. La versión de USB es la que determina la velocidad de transferencia de los archivos, aunque eso también dependerá del puerto hembra (que decepciona tu memoria USB).
Un nuevo factor fue instalado por SanDisk: ahora hay memorias USB SSD. Esta nueva generación de memorias están “pensadas para usuarios que quieran realizar acciones como instalar un sistema operativo, una biblioteca de juegos de Steam o una galería de archivos 4K sin notar ningún tipo de ralentización, desde una unidad USB”.
Recordemos que en discos duros, los SSD se impusieron por sobre los HDD por tres factores claves para el usuario común: velocidad, rendimiento y estabilidad.
Es por esta razón, sumando el tipo de memoria que sea, su capacidad y el tipo de conector USB que posea, que hay diferencia en los precios de las memorias USB.
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