La generación de los llamados millennials (personas nacidas entre los años 1980 y 2000) está en los ojos del mundo, ya que es una de las más consumidoras.
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Sin embargo, este grupo también suele ponerse del otro lado del mostrador. Ocurre que esta generación se caracteriza por la voluntad de querer algo más que un trabajo estable y un buen sueldo. Así, muchas veces prefieren independizarse y tomar las riendas de sus propios negocios.
Sin embargo, al tratarse de un grupo bastante proactivo y entusiasta, a veces, sus miembros actúan de forma muy precipitada y cometen algunos errores.
Jorge Muñoz, gerente comercial del instituto superior Idat, comparte algunas pautas para evitar situaciones que te lleven al fracaso.
1. Falta de perseverancia
Muchos de los miembros de esta generación se caracterizan por querer resultados inmediatos y no son conscientes de que emprender y obtener resultados positivos toma tiempo. Recuerda que al empezar un proyecto se requiere mucha perseverancia y paciencia, y no siempre se va a lograr el éxito al primer intento. En caso no veas resultados favorables, no te frustres y no deseches tu idea. Trata de recuperarte y salir adelante.
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2. El fracaso también puede ser una opción
Los millennials le tienen mucho menos miedo al fracaso que sus predecesores; por ello, son muy impetuosos y no tienen temor de lanzarse a la piscina. No obstante, este tipo de actitud podría llevarlos, en algunos casos, a creer que el fracaso es un escenario que nunca se cruzará en el camino. Lo importante es tener muy bien mapeados los factores de riesgo para minimizar esta posibilidad y estar preparados para enfrentar la adversidad de la mejor manera.
3. No tener objetivos a largo plazo
Cuando uno emprende, debe tener los objetivos muy claros. Es frecuente que conforme uno vaya creciendo en el negocio se pierda la perspectiva de hacia dónde quería llegar y se avance en automático. Por eso, así como es importante tener metas a corto plazo, también es esencial plantearlas en horizontes más largos. De esta manera, podrás tener la certeza de que te encuentras en la dirección correcta y que con cada paso estás acercándote a tus sueños más grandes.
4. No validar la información
Muchos millennials suelen partir de una hipó- tesis que asumen como si fuera cierta porque creen conocer bien la industria o el sector al que se dirigen. Sin embargo, es importante validar todas las premisas y estudiar muy bien el mercado. Como inicio, hay que tener bien delineado qué necesidad se quiere cubrir o qué problema se busca resolver. Luego, en función a tu producto o servicio, debes definir a tu público. Para ello necesitas conversar con los posibles usuarios, conocer qué piensan y sus hábitos. Hay distintas metodologías como el design thinking o el modelo canvas que pueden ayudar.
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