“Fala Barata”, por Verónica Klingeberger

POR VERÓNICA KLINGENBERGERPeriodista@vklingenberger

La coyuntura política local tiene mucho del teatro del absurdo. Y en ese contexto, Jorge Barata sería una especie de Godot al que los vagabundos de esta comedia peruana (o sea, todos nosotros) esperan con tedio y escepticismo desde hace ya muchos meses. Todo indica que el espectáculo empezaría pronto, durante estos meses de verano. El fiscal Germán Juárez Atoche ya formalizó su pedido para entrevistarlo en el marco de su investigación por los presuntos aportes ilegales que recibió la campaña presidencial de Ollanta Humala. Y otros fiscales, como Hamilton Castro (Interoceánica y otras obras vinculadas a Odebrecht) y José Domingo Pérez (K. Fujimori y Fuerza Popular) buscarían lo mismo.

El caso más grande de corrupción de los últimos años promete un season finale más sangriento que la próxima temporada de Game of Thrones y si tuviéramos que hacer un spin-off debería titularse BARATA y contar la vida del bahiano que llegó al Perú para comprarse el país a su gusto. Su apellido, para hacerlo todo más pintoresco aún -como si eso fuera necesario-, significa ‘cucaracha’ en portugués. Tal vez por eso accedió a dirigir toda la operación de América Latina (excepto Brasil, por supuesto) desde Lima: una rápida googleada sobre ese insecto repulsivo nos revela que suele esconderse en sitios húmedos y oscuros, casi siempre en zonas urbanas. Y que también, lamentablemente, se mueve a gran velocidad.

La pregunta que muchos se hacen es si Barata hablará finalmente sobre los 29 millones de dólares que pagó a funcionarios del Estado peruano para obtener las licitaciones de las obras de infraestructura más importantes del país, y sobre los acuerdos millonarios y bajo la mesa con Toledo, García, Humala, K. Fujimori, Villarán y Kuczynski. La respuesta es sí: a Barata solo le queda decir la verdad y para ello necesita pruebas. En eso consiste la delación premiada, un mecanismo brasileño parecido a la colaboración eficaz en el Perú. A cambio, se libra de condenas locales y probablemente brasileñas (si hay alguna, será muy leve). También se garantiza la devolución de su patrimonio económico.

Si todo sigue un curso ‘ótimo’, a fines de febrero, principios de marzo, el Equipo Especial Anticorrupción del Caso Lava Jato debería cerrar ya los acuerdos de colaboración eficaz de Barata y Josef Maiman. Ambos personajes serán presentados ante un juez. quien deberá avalar las colaboraciones eficaces. Y como ya sabemos todos, ‘as baratas sobrevivem sempre’. A prepararnos para un verdadero carnaval.

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