Con esperanza de recibir las bendiciones divinas, los peruanos celebraron esta medianoche el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios, la más importante fiesta del catolicismo en el mundo.
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Los saludos de Navidad entre familiares y amigos estuvieron cargados de los mejores deseos de paz y amor para las personas queridas.
No faltó por supuesto el brindis de la medianoche con copas de espumante, el momento de reflexión sobre lo que significa para los católicos, las oraciones y los villancicos al pie del nacimiento del Niño Jesús.
Como ya es costumbre en nuestro país, el nacimiento de Cristo es también festejado con fuegos artificiales y luces de colores que iluminan el cielo.
Pero además, quizás la parte más importante es la cena navideña, porque las familias se reúnen alrededor de una mesa en la que comparten sus alimentos, sean estos el tradicional pavo o un plato humilde pero preparado con amor.
La oportunidad como todos los años, sirvió para renovar la fe de los creyentes católicos en la vida y obra del hijo de Dios en la Tierra.
Fuente Andina
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