Los millenials que nos dieron la alegría más grande a los peruanos

Una selección peruana plagada de millenials, como se les conoce a la generación que nació en los noventa y que tienen varias características en común, nos acaban de cumplir el sueño mundialista tras 35 años ausentes en un Mundial. La emoción de todo un país es grande pero también lo son las preguntas: ¿por qué? ¿Qué secreto esconde esta nueva generación? ¿Por qué ninguna otra pudo lograrlo antes?

Conversamos con el sociólogo Raúl Castro para resolver algunas de estas dudas.

Empecemos por el contexto. Según Castro, el ambiente que vive el país es primordial para el performance de su población y los deportistas no son la excepción a esta regla.

“Hay que tener en cuenta que el gran cambio en Perú se dio 10 años atrás con la reversión de indicadores sociales y económicos a favor del país, lo cual trajo consecuencias en las formas de pensar y sentir de los peruanos y esta realidad no excluye a los deportistas. Fue un cambio paulatino… con el ingreso a la economía de mercados, que trajo aspectos positivos como las dinámicas económicas y la alza de la tasa de autoempleo, aunque también con lados negativos como la informalidad”, explica Castro.

“Este desarrollo ha generado mucho consumo y una reducción en el índice de desigualdad. Esto redunda en los elementos anímicos de los peruanos y favorece su performance y resultados”, agrega.

Tras la democratización del país y la alza en nuestra economía, los peruanos vivimos una época pacífica y estable lejos de las bombas del terrorismo y los abusos de la dictadura lo que explica una mejora en nuestros estado anímico y en nuestro actuar. De hecho, Perú es uno de los países en América Latina donde el PBI ha crecido sosteniblemente en los últimos años.

“Tras la caída de Abimael Guzmán y la dictadura en el país, entramos en un proceso de democratización de los años 2000 en adelante. La pobreza ha caído y la clase media ha aumentado”, detalla Castro.

Este contexto nacional ha repercutido en una generación millenial que ha crecido en un ambiente con oportunidades y con otra manera de pensar frente a sus antecesores: la idea que “todo se puede lograr”. Se ha creado una generación que confía en el trabajo duro y en su recompensa.

“Ahora, no se trata de millenials que simplemente piensan diferente porque sí, sino de una generación que vive diferente. Esta generación goza de un ambiente democrático y de libre mercado y viven en una sociedad donde se premia el esfuerzo personal. También hay condiciones sociales negativas y antivalores como la corrupción, pero pesa más el ejemplo y modelo de eficiencia que rinde frutos”, explica.

Todos estos factores sociales sumados a un talentoso equipo y una buena gestión del mismo explican los logros de esta nueva selección que logró clasificarnos a Rusia 2018.

“Claro que esto se suma a un cambio en la gestión de la selección peruana donde un equipo de individualidades talentosas con una gran estrella como Paolo Guerrero prueban que son hábiles para ser competitivos. Esta realidad más la estrategia de Ricardo Gareca, sumamente experto en el área, logran los resultados que vemos hoy en día”, concluye Castro.

Estos aspectos explicarían nuestro desempeño en las últimas eliminatorias y el repechaje que nos permiten ir al mundial. Ahora, los hinchas de la blanquirroja podemos ver la mejora y creer en el trabajo serio de la selección que ha logrado resultados que solo veíamos en otras áreas como la gastronomía, las artes o la agroindustria. Ahora el fútbol también puede atreverse a soñar en grande. Este es solo el comienzo.

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