El nacimiento de una niña entre los escombros, la destrucción y la muerte que dejó el sismo de 7,1, en el estado de Morelos, Cuernavaca, fue considerado un milagro y la llaman el “Ángel de Morelos”.
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Cuando el terremoto golpeó, el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social de Morelos evacuó a sus pacientes, entre ellos, una mujer a punto de dar a luz.
Una vez ubicados en un lugar seguro del exterior del inmueble, médicos lograron auxiliar a la mujer, quien dio vida a una bebé en medio de la tragedia, informó la prensa mexicana.
En las redes sociales, el nacimiento fue considerado un “milagro” entre tanta destrucción, y los médicos y enfermeras se convirtieron en “héroes”.
El sismo del martes deja “en Ciudad de México 102 (muertos), Morelos 69, Puebla 43, Estado de México 13, Guerrero 5, Oaxaca uno. Tenemos hasta ahora 233”, dijo a la cadena Televisa Luis Felipe Puente, director general de protección civil de Gobernación (Interior).
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La atención la acaparaba el colegio privado Enrique Rebsamen, en el sur de la ciudad y donde fallecieron 21 niños y otros tantos están desaparecidos, mientras las tareas de rescate se concentran en una nena atrapada entre las piedras.
Los trabajos se aceleraban a punto de cumplirse dos días de la tragedia. Los expertos dan 72 horas en promedio para que sobreviva una persona en los escombros, aunque en México, en el devastador sismo de 1985, la resistencia humana rompió expectativas.
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