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Juanito es sinónimo de Barranco. Un día como hoy, en 1937, don Juanito Casusol dejó la bodega El Arca de Noé en Chorrillos e inició un negocio que con los años se convertiría en un clásico de la bohemia limeña. Por eso, los Casusol tienen un motivo extra para celebrar -nunca falta-, aunque todavía esperan que el local de siempre pueda reabrir sus puertas.
Y es que desde el 2014, el bar Juanito funciona en un local-espejo al lado del original -pared de por medio- que se mantiene cerrado tras la muerte de don Juanito, a los 93 años, en el año nuevo del 2010. Regresar a la ‘casa de papá’, como ellos lo llaman, es una gran motivación.
Los hermanos Juan y César, con el recuerdo de su hermano Rodolfo, esperan que esto se concrete antes de fin de año. Por lo pronto, el Juanito se ve renovado pero mantiene su espíritu familiar.
Copas y platos
Quienes eran asiduos al ‘Juano’, como también lo llaman, saben bien que la carta de comidas se limitaba a los sandwichs de jamón, de queso de Huallanca, de aceituna y de sardina (todos muy buenos, por cierto).
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Sin embargo, desde su reinauguración, la cocinera Giannina Paz Casusol se encargó de elaborar una carta criolla. Destacan el cau cau picante -de gran éxito en Mistura-, la causa acebichada, su celebrado cebiche de pescado y el ají de gallina. Encontramos también platos marinos como los choritos a la chalaca, el pulpo al olivo y la jalea, y otros básicos en un bar, como el tacu tacu.
La barra corre a cargo de otro miembro de la familia, Juan Carlos Casusol, quien además de los infaltables chilcanos, prepara también tragos con gin, pisco sour y el trago de la casa: el Juanito Sour.
‘Nunca pensé que llegaríamos a los 80 años. Algunos dicen que copiamos lo que hizo nuestro padre. En realidad, nosotros solo hacemos lo que él nos enseñó y se lo estamos volcando a nuestros hijos. Para nosotros eso es una gran alegría, algo que no puedo explicar con palabras’, dice César.
Y es que, como él mismo dice, el Juanito tiene las 4 B: bueno, bonito, barato y en Barranco.
Por: Fernando Pinzás
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