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POR VERÓNICA KLINGENBERGERPeriodista@vklingenberger
Divide y vencerás. La máxima usada por Julio César y Napoleón podría ser hoy el mejor vaticinio para muchos antifujimoristas. Los deslindes de Kenji de Fuerza Popular y su propia hermana, por quien ni siquiera fue a votar, son cada vez más evidentes. Primero fue el rochoso desencuentro que se llevaron al referirse al futuro político del fujimorismo: ‘La decisión (de postular a la presidencia el 2021) es mía: solo en el supuesto negado que Keiko no gane la presidencia, yo postularé el 2021’, aseguró el hijo más fiel y el discípulo más cercano a Alberto, para luego negarlo y negarlo aunque nadie le crea. Después vino la condena pública al Sodalicio y su solidaridad con la comunidad LGTBI (el martes, Kenji estrenó nuevo avatar en Twitter en el que se le ve empuñando la bandera gay), luego de que la bancada de Fuerza Popular derogara el DL 1323 que permitía sancionar los crímenes de odio por orientación sexual e identidad de género.
¿Qué pasaría entonces si el congresista más votado se convirtiera en el nuevo presidente del Perú? En ese distópico escenario nos ubicamos:
Año 2021, Lima, Palacio de Gobierno:
En su primera conferencia de prensa, el presidente Kenji afirmó que nunca tuvo la intención de ser presidente. ‘Yo solo quiero hacer el bien a mi país, el hecho de que sea presidente es totalmente secundario. Hay que unirnos como país y poner el hombro todos juntos ¡Todos somos presidentes del Perú!’, exclamó emocionado ante el estupor de los periodistas.
Sostuvo además que su hermana Keiko sigue siendo la lideresa del partido y que en cualquier momento saldrá de donde se encuentra descansando, para felicitarlo por su triunfo.
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Lo cierto es que hasta el momento, tres meses después de que el presidente Kenji ganara las elecciones en primera vuelta, Keiko no ha dado señales de solidaridad con su hermano. En sus únicas apariciones en medios se le ve visitando algunos poblados de la sierra peruana, sonriendo, y asegurando que el Perú es su única preocupación. Al preguntársele por Kenji, solo se limitó a sonreír y saludar a las cámaras.
El presidente electo aseguró además, ante la insistencia de los periodistas asistentes, que no será presidente así sea presidente y que esa decisión es personal y no tiene porqué estar alineada a lo que opine su bancada. ‘No hay nada más saludable que discrepar’, agregó.
Inmediatamente después, y luego de un prolongado silencio, invitó a los periodistas a un tour por Palacio, durante el cual se refirió orgulloso a la restitución inmediata del Escuadrón Orejitas y aprovechó para presentar a su principal asesor, su personal trainer.
La oposición, mientras tanto, sigue criticando la puesta en libertad del ex presidente Alberto Fujimori, quien desde hace dos semanas se encuentra recuperándose en un reconocido hospital limeño.
Al ser interrogado al respecto, el presidente Kenji no titubeó y se refirió a su padre como el mejor mandatario que ha tenido y tendrá el Perú:
‘Yo lo conozco desde que nací’, finalizó.