En esta época de emergencia en nuestro país, los centros de acopio de donaciones se ven llenos de jóvenes deseosos de ayudar a sus compatriotas.
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‘Han tenido una semana libre, por la suspensión de clases en colegios y universidades, pero no se les ha ocurrido salir a pasear. Han usado su tiempo sobre todo para ayudar’, explica Ernesto Rubio, socio y gerente general de Ronald Carrier Services Group, consultora en temas de management y coaching ejecutivo.
Se trata de chicas y chicos que pertenecen a la llamada Generación Z, que hoy tienen de 12 a 19 años.
‘Esta emergencia ha permitido despertar el civismo en ellos. No fue necesario que profesores ni padres les digan que deben hacerlo. Ayudar incluso les parece cool. Por eso han sobrado manos en los centros de acopio’, explica Rubio.
Ellos son altamente independientes y quieren que sus opiniones sean tomadas en cuenta. Por eso, sus padres deben escucharlos y guiarlos. No se trata de falta de disciplina, lo que ocurre es que quieren participar en la creación de las reglas.
‘Con ellos, llegará a las empresas una nueva manera de management, enfocada más en la sostenibilidad que en la rentabilidad’, dice Rubio.
Si bien son jóvenes que aún no ingresan al mercado laboral, se puede afirmar que valoran más la independencia que la fidelidad a una compañía. El matrimonio o formar una familia aún no está en sus planes.
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‘Su objetivo será tener un trabajo corporativo por solo dos o tres años y luego lanzar su propio emprendimiento’, adelanta Rubio.
Y es que un trabajo con horario fijo les quitaría tiempo para lo único que realmente tienen en mente: viajar y conocer el mundo. ‘Son más multitasking.
Además de estudiar o trabajar, quieren tener un emprendimiento y hacer labor social. Nosotros debemos entenderlos y seguirles el paso’.
