Cuando empiezas a adquirir bienes, naturalmente quieres protegerlos, y si descubriste el mundo de los seguros, es probable que el primero que adquieras sea el de autos, porque es obvio, tu carro te costó mucho esfuerzo, está expuesto a riesgos y no quieres que nada le pase.
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Sin embargo, es probable que no sepas que el seguro de autos, además de protegerte frente a un accidente o un robo, también puede ser tu solución si la batería de tu carro ‘murió’ o si dejaste las llaves del vehículo dentro del mismo.
En ese sentido, el ABC del Seguro te explica algunos detalles:
• Quiero ahorrar y un seguro es caro Un seguro de autos es como un traje sastre, debe ser a tu medida. Para elegirlo debes considerar qué coberturas necesitas (Todo Riesgo, Daño a Terceros, Seguro de Pérdida Total o de Asistencia Vehicular) y cuánto puedes invertir.
Este precio resulta ser económico si consideras cuánto te costaría reparar el auto si te sucediera un siniestro. Ejemplo: Un siniestro moderado que involucre un desperfecto mecánico puede costar unos 200 dólares para una persona con seguro, pero si no cuenta con uno el monto puede ser de 2,000 dólares en promedio.
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• Mi carro es viejo, no necesita un seguro Con los años y el uso los autos se deprecian y por ello puedes pensar que no vale la pena asegurarlo. Sin embargo, no debes olvidar que los gastos de reparación ante un accidente son similares para un auto nuevo que para uno antiguo.
Ejemplo: Si tienes un auto del año 1998 y chocas, la reparación puede ser de 1,000 dólares si no cuentas con un seguro. Mientras que estando asegurado sólo deberás abonar el copago, que dependiendo del daño y del tipo de seguro, puede bordear los 150 a 200 dólares.
• Si no me choco, nunca sentiré los beneficios del seguro Si bien la finalidad principal de un seguro es cubrir los gastos más fuertes, que desequilibren tu economía (como la pérdida del vehículo o un accidente de consideración), este también brinda servicios que muchos no usan.
Ejemplo: En los seguros de Todo Riesgo se suele incluir auxilio mecánico en caso de batería o llanta baja, llaves olvidadas dentro del vehículo, chofer de reemplazo, auto de reemplazo y otros.
• Si tengo un accidente leve, tengo que hacer trámites largos Cuando ocurre un accidente menor (que no involucra a terceros, no hay heridos y tu auto continúa funcionando) no necesitas esperar que un procurador vaya a verificar el incidente para activar tu seguro.
Con una llamada procede la Aprobación Inmediata, que te permite ir al taller cuando consideres necesario, sin más trámites. Ejemplo: Si una piedrita quiñó tu parabrizas, tu faro se rompió al golpear un poste, o rasguñaste tu auto con una columna mientras estacionabas, solo necesitas llamar a la central de emergencias (415-1515) y en 15 minutos la cobertura estará aprobada.
• Ya tengo un SOAT, no necesito más El SOAT ayuda a cubrir al asegurado frente a un accidente que dañe a terceros o a sí mismo. No cubre la reparación del auto y tiene un tope. Si acaso las atenciones médicas lo sobrepasan, entonces deberá abonar de su propio bolsillo.
Los seguros en cambio, dependiendo del plan que se haya adquirido, pueden cubrir los costos médicos o materiales propios y a terceros, así como la reparación o reemplazo del auto.
Ejemplo: Ante un accidente que implique hospitalización, el SOAT cubre hasta 19,250 soles. El seguro de auto Todo Riesgo o Responsabilidad Civil funcionará como una capa adicional por los gastos no cubiertos por el SOAT.
‘Ocho de cada 10 autos en nuestro país no cuentan con un seguro (sin contar SOAT). Es importante empezar a tomar en cuenta que en un accidente promedio el gasto es de 1,250 dólares, mientras que una prima promedio anual es de 700 dólares’, dice el gerente de la División de Seguros Vehiculares de Pacífico Seguros, Carlos Navarro.