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Berlín: Sospechoso del atentado murió en tiroteo en Milán

La muerte de “Anis Amri” fue un alivio en Italia y Alemania.

El tunecino de 25 años sospechoso de cometer el atentado de Berlín, Anis Amri, murió hoy durante un tiroteo en Milán y con su muerte se abren los interrogantes sobre cuál era su destino o sus contactos en Italia.

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Un control policial rutinario, una casualidad así aseguraron las autoridades italianas acabó con la vida del principal sospechoso del atentado contra el mercadillo de Navidad de Berlín en el que murieron 12 personas.

El ministro del Interior italiano confirmó “sin duda” la identidad de Amri e informó de que el tiroteo se produjo a las 03.00 locales (02.00 GMT) en el barrio milanés de Sesto San Giovanni, cuando el sospechoso fue parado por la Policía nacional en un control de seguridad rutinario.

La patrulla formada por los agentes Cristian Novio, de 36 años, y Luca Scatà, de 29, pidió los documentos al tunecino que se encontraba solo en la explanada frente a la parada de metro de Sesto San Giovanni.

En una rueda de prensa, el jefe de policía de Milán, Antonio de Iesu, explicó que el tunecino hablaba italiano aunque con acento extranjero y que al pedirle los documentos extrajo de su mochila una pistola que llevaba cargada y abrió fuego contra uno de los dos agentes, que fue herido en un hombro.

El policía herido disparó contra Amri, quien también herido intentó protegerse detrás de un coche, pero el otro agente le alcanzó y le disparó alcanzándole en un costado lo que le produjo la muerte en el acto.

El policía herido ha sido operado para extraerle la bala del hombro y su vida no corre peligro, aseguraron fuentes policiales.

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La pistola del tunecino es del calibre 11 y es de fabricación alemana, y ahora se tendrá que comprobar si fue la misma que se usó en Berlín para disparar al camionero polaco aunque todo indica que es así, aseguró De Iesu.

El jefe de Policía de Milán explicó que Amri estaba solo, pero que se desconoce si esperaba a alguien que le recogiese o si hacía tiempo para volver a coger un tren o un autobús por la mañana.

La Policía no ha querido dar más detalles ya que se ha abierto una investigación y destacó que únicamente se sabe que había llegado desde Francia y que a las 01.00 horas locales (00.00 GMT) pasaba por la estación Central de Milán y después llego a la parada de metro de Sesto San Giovanni.

Durante el tiroteo, el tunecino gritó: “Policías bastardos” y se desmintió que hubiese gritado “Allahu akbar” (Alá es grande).

También explicaron que en su mochila han encontrado una pequeña navaja, varios billetes de 100 euros, pero ningún teléfono móvil o documentos.

Tanto el ministro de Interior italiano, Carlo Minniti, como poco después el primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, agradecieron a las fuerzas del orden su labor y en especial a la pareja de jóvenes agentes.

Afirmaron que aunque se trato de un control policial normal, “se ha demostrado lo importante que ha sido el aumento de los controles en el territorio”, dijo Gentiloni.

Pero tampoco Minniti, ni Gentiloni, entraron en los detalles de la operación debido a que “hay una investigación en curso y tampoco explicaron cómo se ha realizado la identificación, ya que el tunecino no llevaba documentación.

Mientras que desde Alemania se expresaba “alivio” por la muerte del supuesto autor del atentado de Berlín, esta ha dejado abiertos numerosos interrogantes de los que se encargarán las fiscalías italianas.

Se desconoce así si Amri tenía contactos en Italia que le estaban esperando para ayudarle o si sus planes eran de abandonar el país para dirigirse a Los Balcanes en una nave, según las hipótesis de algunos medios.

Amri podría haber contado con ayuda en Italia ya que es a este país donde llegó en 2011 al desembarcar en una barcaza en la isla de Lampedusa y fue acogido en una casa familiar al declarar que era menor de edad.

Algunos meses después fue condenado a cuatro años de reclusión después de intentar incendiar el lugar que le acogía y por otros delitos como amenazas, robo y agresión, y que pasó en la cárcel del Ucciardone de Palermo, en Sicilia,

A su salida de la prisión se le comunicó la expulsión del país, pero se le perdió de vista. EFE

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