Las operaciones de la aerolínea boliviana Lamia fueron suspendidas por el gobierno de ese país tras la caída de una de sus naves y la consiguiente muerte de 71 personas, entre ellas los miembros del club futbolístico brasileño Chapecoense.
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El ministro de Obras Públicas y Servicios del gobierno de Bolivia, Milton Claros, informó que se instruyó a la Dirección General de Aeronáutica Civil para que suspendiera a la referida empresa y se le inicie una investigación en lo que respecta a sus permisos para operar, así como a sus socios y fundadores.
Otras medidas adoptadas fueron la destitución de los directivos de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea, y a la Dirección General de Aeronáutica Civil, en la búsqueda de responsables por la salida de una nave que, según los primeros indicios, no contaba con combustible suficiente para llegar a su destino.
La flota aérea de Lamia la integraban tan solo tres aviones. Al momento del accidente de aquella nave que se estrelló en Medellín, Colombia, las otras dos permanecían en mantenimiento, informó la prensa local.
Por otro lado, la ciudad de Chapecó, en el estado brasileño de Santa Clara se prepara para recibir este sábado los cuerpos de los jugadores fallecidos en el accidente aéreo.
Se prevé una asistencia masiva a los funerales, en los que también estará presente el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, Gianni Infantino.