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POR ZOË MASSEYFotógrafa@ZoePix
En estos días me ha tocado ver indiferencia, racismo, discriminación, abuso y llanto. Incluso me ha tocado leer sobre ‘haters’ que critican la labor de quienes ayudan (seguro que lo hacen desde su cómodo sofá frente a una computadora o un moderno celular). Y aunque creo que vivimos de espaldas a la realidad, también me ha tocado la suerte de sentirme rodeada de gente muy buena que ni conozco y que, sin dudarlo, es capaz de salir de su zona cómoda para ir a ayudar a otro peruano que lo necesita.
El domingo estuve en Cantagallo con amigos y desconocidos. El panorama iba más allá de ser desolador. Pero también subía y bajaba en cadenas de gente que llevaba cosas desde la entrada hasta el centro comunal Shipibo Conibo. Eran cientos de personas. Tuve que salir de esa cadena un momento, poner las bolsas en el piso, solo para mirar y sonreírle con los ojos llorosos a un clown que estaba alegrando a la gente.
La comunidad de Cantagallo ha perdido todo. Ponte en esa situación un momento… Todo. No tienes tu sofá, ni tu moderno celular, ni la foto de tu familiar, ni a tus mascotas, nada. Estás ahí sentado sobre ceniza, con la ropa que tenías puesta cuando empezó el incendio. Lo demás es solo recuerdo.
Entre ellos está Fernando. Él tenía un gato sin bigotes y con las patas quemadas en una caja. Me contó que había perdido todo pero que no quería pedir para él, que solo quería que el gato estuviera bien. Que le gustaban mucho los animales. Yo hasta ahora no sé ni cómo responder a eso sin llorar. Me llevé al gato con la promesa de hacerle saber que estaría bien, aunque Fernando ya ni teléfono donde ubicarlo tenía (por ahí algún día lee esto).
Mi recomendación de hoy es que dejes de lado los prejuicios, que no te sientes en tu cómodo sofá a ver cómo otros hacen lo que tu podrías hacer también: ayudar. ¿Qué puedes hacer? Ir y ser voluntario en la remoción de escombros, en el armado de casas, en el retiro de basura, en cargar donaciones (gracias a Piero y a sus amigos que nos ayudaron, sobre todo al grupo de chicas que no paro de subir y bajar cerro todo el día).
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¿Quieres donar? Puedes empezar por donar sangre 0+ a Luis Miguel Loayza Rojas, internado en el Hospital del Niño en San Borja en estado delicado por quemaduras graves. Puedes contactar a Donante Pendiente o directamente al Banco de Sangre: 230-0600 anexo 2139.
Dona ropa, en buen estado, por favor. Hemos botado cosas hongueadas, calzones viejos y hasta relojes que no funcionaban. ¿En serio? Donar no es deshacerte de tu basura, no seas mezquino. Se necesitan zapatos, mascarillas, agua, leche en polvo, alimentos (puedes llevar vegetales y tubérculos o frutas si vas directo a entregarlas, hay olla común y todo se cocina y se reparte), herramientas, ollas, platos, cubiertos no descartables, artículos de higiene personal, ropa interior, colchones, la lista es larga…
Hay varios eventos en redes para ayudar:
1-Artistas por el Arte en Cantagallo: Un grupo de artistas buscamos juntar materiales de trabajo para que los artistas afectados puedan empezar a producir de nuevo. Más información aquí
2-Juguete Pendiente: Tiene puntos de acopio de donaciones y es 100% responsable y transparente. Más información aquí
3-Cantagallo Resiste: Concierto profondos, este jueves 10 a las 8 p.m. en Plaza Butters 291, Barranco, con La Mente, Bareto, Olaya Sound System y artistas pintando en vivo. Entrada a 20 soles.
4- El mismo jueves 10 en El Dragón de Barranco, Juan Pablo Wiesse hace expo-performance y recibe donaciones.
5-Los días 11, 12 y 13 de noviembre, en la Asociación de Artistas Aficionados (Jr. Ica 323, Lima) la obra ‘Aquello que será’, homenaje a Blanca Varela, estará donando el 50% de sus entradas a Cantagallo.
6-Puedes ir directamente al Centro Comunal de Cantagallo y dejar tus donaciones. De paso conoces y te despiertas un poco más. Gracias por hacerlo.
Finalmente, y no menos importante, Fénix el Gato está mejorando gracias a la ayuda de amigos de buen corazón como el genial Pancho Cavero. Mi agradecimiento es infinito por esto también. #CantagalloResiste.
