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MATT PRIGGEMetro World News
Michael Moore ya ha votado. De hecho, es uno de los 36 millones de estadounidenses que ya sufragó de forma anticipada (aunque estos votos recién se contarán mañana, el día de las elecciones presidenciales).
Este cineasta y activista político ha decidido ponerse del lado de Hillary Clinton (en las primarias, le dio su apoyo a Bernie Sanders), en parte porque un gobierno de Donald Trump lo asusta.
Moore está tan preocupado que lanzó un documental a último minuto, llamado Michael Moore en Trumpland. No es el típico documental de Moore: allí se le ve en un show unipersonal que dio en Wilmington, Ohio, donde hablaba sobre las elecciones ante una multitud, en su mayoría partidaria del magnate republicano.
En esta entrevista, el director de Bowling for Columbine habla sobre el escándalo de los correos electrónicos de la ex primera dama, la ira de Trump y por qué todavía está esperanzado en el futuro.
La gente parecía más tranquila ante las elecciones luego de los debates, pero no tanto tras el escándalo de los correos de Clinton…
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Yo estoy asustado desde siempre por Trump. El escándalo solo empeoró las cosas. Vivo en Michigan, en lo que yo llamo uno de los ‘estados Brexit’. La encuesta con la que nos despertamos la mañana de las primarias, en marzo pasado, mostraba a Hillary ganándole a Bernie (Sanders) con una diferencia de 15 a 30 puntos. Unas horas después, perdió ante Bernie. Las encuestas estaban incorrectas. Conozco a mis compañeros de Michigan, y de Ohio, y de Wisconsin. Hay mucha rabia, una racha de anarquía. La gente siente que lo ha perdido todo. Muchos tienen trabajo ahora, pero lo hacen por menos dinero. O trabajan en dos lugares para sobrevivir. La idea de Trump de hacer explotar el sistema es un pensamiento dulce. Eso no significa que lo apoyen, pero sí que entienden y viven lo que él quiere hacer.
¿Sientes que el escándalo de los correos tenga el impacto que algunos dicen?
No creo que cambie mucho. Pero sí es preocupante para el grupo de votantes de Hillary. El 10% de su voto se deprimió luego del escándalo. Eso significa que van a votar por ella, pero no con entusiasmo. Eso es dañino. Van a las urnas sin estar convencidos de su propia candidata.
Estamos en ese punto en el que ninguno de los dos bandos habla con el otro. ¿Qué cosas notaste conversando con los partidarios de Trump?
Entrevistamos a personas en la salida de la presentación. Yo te diría que había por lo menos una docena de partidarios de Trump que a partir de nuestros diálogos iban a pensar en no votar por él. Un tipo me dijo: ‘Tú eres más optimista sobre Hillary que sus propios partidarios. ¿Por qué no he escuchado estas historias sobre ella en su campaña?’. Dije: ‘Porque se trata de una elección en la que uno de los lados destruye al otro’. Es penoso que no hayamos visto más de la verdadera Clinton en campaña. Tengo mis desacuerdos con ella, pero como ser humano, creo que es una persona honesta y maravillosa.
A veces olvidamos que los demócratas deben convencer a los mismos demócratas de votar por Hillary…
Estoy más preocupado por los votantes de Bernie, yo mismo soy uno de ellos. Todavía están enojados. Yo les digo: ‘¿De qué estás enojado?’. Si los demócratas recuperan el Senado, ¿quién será el presidente del Comité de Presupuesto del Senado? Bernie Sanders, el socialista, ¡va a estar a cargo del presupuesto! ¿Por qué están enojados? ¿Hemos olvidado cómo celebrar?’. Los votantes de Bernie deberían votar sin dudar por Hillary, la primera mujer presidenta de Estados Unidos.
Pese a que Hillary puede ganar, estas elecciones han despertado a una parte aterradora de los Estados Unidos…
Cuando era joven, la gente usaba la palabra nigga (para referirse a los afroamericanos) todo el tiempo. ¿A cuántos escuchas ahora usarla con cotidianeidad? Las cosas cambian. Las cosas mejoran. Los enemigos pierden. Los enemigos siempre pierden.
