A dos días del incendio que afectó el último viernes a más de 400 viviendas en la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo (Rímac), el panorama para los damnificados sigue siendo incierto.
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Un grupo de familias afectadas aún permanece en la zona, mientras que otras 100 han sido trasladadas al albergue temporal de Martinete, donde la Municipalidad de Lima ha dispuesto más de 100 carpas.
En total, más de 2 mil personas han quedado damnificadas. Sin embargo, muchos de ellos se resisten a dejar la zona devastada por temor a ser desalojados de manera definitiva.
El regidor de Diálogo Vecinal, Augusto Rey, acusó ayer al alcalde Luis Castañeda Lossio de haber usado el dinero del fideicomiso, asignado para reubicar a estas personas en Campoy, San Juan de Lurigancho, en la construcción del by-pass de 28 de Julio.
‘Las familias de Cantagallo ya deberían estar reubicadas’, indicó a Cuarto Poder. Agregó que los nativos desconfían del alcalde y por eso no quieren trasladarse al albergue de Martinete.
Cabe indicar que diversas ONG, instituciones civiles, miembros de iglesias y gente anónima siguen acudiendo al lugar para entregar comida, agua, frazadas y otros donativos a los damnificados.
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