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Con la ayuda de un dron, se captaron impactantes imágenes aéreas del gigantesco incendio que redujo a cenizas más de 300 viviendas de la comunidad shipibo-koniba asentada en la zona de Cantagallo , en el distrito del Rímac.
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El siniestro, que se inició en un mercado, se propagó con gran rapidez debido a la presencia de viviendas de material rústico y por los artículos inflamables almacenados en algunos talleres dentro de la comunidad.
Para controlar las llamas, Sedapal incrementó la presión del agua, mientras que los bomberos llegaron con unos 30 camiones cisternas y ambulancias para atender a los posibles heridos, la mayoría afectada por problemas respiratorios.
Estas familias, asentadas allí desde el 2001, estaban a la espera de su reubicación en un terreno de Campoy, según lo había previsto la anterior gestión edilicia de la comuna de Lima.
Personal municipal y de otras instituciones trabaja en estos momentos en la remoción de escombros de las más de 300 viviendas destruidas. Las únicas que quedaron en pie, aunque inhabitables por lo calcinadas que se encuentran, son las casas de concreto.
Andina
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