Las familias de la etnia shipibo-conibo que se vieron afectadas por el incendio que devastó el área de Cantagallo serán reubicadas temporalmente en las inmediaciones de la Residencial Martinete, en Barrios Altos, en tanto se define la implementación de un programa con el Ministerio de Vivienda para permitir que este grupo poblacional tenga nuevos sitios de residencia.
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Así lo señaló esta mañana el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, quien reafirmó que en la administración a su cargo existe la mejor voluntad de ayudar a la población damnificada, y por ello desde 2015 operaba un grupo de trabajo que, en conjunto con dirigentes y la propia población, trabajaba en la identificación de los beneficiarios del proyecto de reubicación.
Con respecto al futuro programa de vivienda, Castañeda mostró su disposición a conversar con el sector Vivienda para conseguir una manera en la que las familias shipibas puedan contar con viviendas propias al alcance de sus recursos económicos. Recordó que una iniciativa así ya se estuvo conversando desde el año pasado.
Indicó que una vez que se desocupe el área de Cantagallo se podrá invertir en áreas verdes o espacios de recreación para la ciudad, dado que hasta antes del incendio el hacinamiento en que vivían las familias y la instalación de negocios con maquinaria o balones de gas licuado la convirtieron en zona de alto riesgo.
Castañeda relató que, de manera provisional, se estarán distribuyendo aproximadamente 300 carpas, con capacidad para alojar cada una a cinco personas en total, y que a este asentamiento se lo aprovisionará con agua potable, alimentos de primera necesidad, módulos de Solidaridad Salud, seguridad y demás servicios que requieran.
De igual manera, los niños podrán ser atendidos en los distintos locales del Complejo Municipal de Asistencial Infantil (COMAIN) de la Municipalidad de Lima, donde podrán recibir alimentación y atención prioritaria, y que actualmente hasta cuatro ambulancias de Solidaridad Salud están atendiendo a los heridos y a quienes requieran urgencias médicas.
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El burgomaestre sostuvo que a la comunidad shipiba de Cantagallo le vendieron el sueño de la casa propia en la gestión anterior, pero esta solo existía en el papel pues nunca se desarrolló un proyecto al respecto. “Hasta les repartieron folletos en las que había edificios. Esta comunidad ha sido engañada e ilusionada”, lamentó.
En ese sentido, llamó la atención que con dinero de la Municipalidad de Lima se le haya comprado un terreno rústico a casi 17 millones de soles a una empresa que poco tiempo antes lo había comprado a menos de 5 millones. “Curiosamente, esa empresa desapareció ni bien concluyó la operación. Es más, solo hizo esta operación”, explicó.
La autoridad edil hizo una invocación a los dirigentes de esta comunidad a acabar con sus diferencias y conflictos internos a fin de que puedan ser reubicados en una zona segura y de manera definitiva.
Cabe indicar que existen hasta tres grupos dentro de esta comunidad shipibo-conibo que se asentó en Cantagallo luego de haber participado en la denominada marcha de los 4 suyos en el año 2000. Actualmente, cada uno tiene su propia dirigencia y se arroga su representatividad y, al mismo tiempo, acusa al otro de no pertenecer a este grupo étnico.
