Tres valerosos hombres se despidieron hoy del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú y de la comunidad a la que sirvieron hasta dar sus vidas en sacrificio. Alonso Salas Chanduví, Raúl Sánchez Torres y Eduardo Jiménez Soriano fueron despedidos por un país dolido y acongojado por su terrible desaparición.
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Y tal vez quienes más sienten su partida, junto a sus familias, son sus compañeros de sacrificada labor, aquellos hombres y mujeres vestidos de rojo que compartieron gran parte de sus días y de su vocación de ayuda a los demás. Por eso las lágrimas no se guardan, por eso la congoja se expresa al despedir a los amigos queridos.
En medio del inmenso dolor de su familia y sus compañeros de labor por su pronta partida, los restos de los valientes bomberos que perdieron la vida en el incendio de El Agustino el martes último fueron llevados hacia la Parroquia del Sagrario, junto a la Catedral de Lima, donde se llevó a cabo una misa de cuerpo presente por su eterno descanso.
Rostros compungidos, lágrimas contenidas, dolor inocultable se puede observar en los rostros de sus compañeros de distintas jornadas, que acompañan los féretros de Alonso Salas Chanduvi, Eduardo Jiménez Soriano y Rául Sánchez Torres, quienes escribieron una de las páginas más tristes de la historia de los bomberos voluntarios del Perú.
El ulular de las sirenas y el toque de silencio agregaron dramatismo al momento que no solo vivieron los familiares y compañeros sino también el ciudadano de a pie, que quiso participar del momento y acompañar el cortejo fúnebre para testimoniar así el agradecimiento y reconocimiento a estos tres jóvenes valientes que dieron su vida por la sociedad.
Aplausos, vivas, pétalos de flores lanzados al aire se pudieron apreciar en esta despedida de los bomberos de su casa, la Bomba Lima 2, donde pasaron gran parte de sus vidas y donde dejaron un ejemplo de civismo, solidaridad y amor al prójimo.
Luego de oficiarse el acto litúrgico, los féretros envueltos en la Bandera Peruana fueron llevados a la Municipalidad de Lima donde serán condecorados en los próximos minutos.
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Luego, serán llevados hacia sus respectivos domicilios para estar con sus familias. Por la tarde serán sepultados en el cementerio Campo Fe de Huachipa.
