El hecho sucedió en el jirón Emilio Althaus en Lince, luego de que vieran a Ángel Zurita Velásquez cruzando en actitud sospechosa la Vía Expresa. El suboficial técnico de primera Isaías Pardo lo redujo con su arma de reglamento.
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Pero lo increíble fueron los argumentos que dio el ladrón a los periodistas y la policía. “Tengo mi familia, maestro, tengo mis dos hijas. Tengo mi señora. Disculpe maestro, de verdad que no hay trabajo”, expresó.
Cuando los presentes le dijeron que debería ganarse la vida barriendo o limpiando carros, Zurita respondió: “¿Limpiar carros, ustedes saben qué es limpiar carros? Yo tengo dos hijas, ¿crees que limpiando carros voy a mantener a mis dos hijas?”.
Natalie Serna, la estudiante universitaria a la que Zurita le arrebató el celular, apareció nerviosa en la escena del crimen. “Él tenía un cuchillo en la mano. Lo único que hice fue soltar mi celular. Y se fue corriendo”, contó.
Luego se produjo el siguiente diálogo entre el ladrón y la víctima:
– No me denuncie pues, señorita, se lo estoy devolviendo (el celular). No sea mala. No tengo ningún cuchillo.
– Yo estudio, a mí me cuesta.
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– Estoy sin trabajo y tengo dos hijitas. Yo no hago esto.
– Gente como tú no debe existir.
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Gracias a todos los que colaboraron con la Reciclatón.