Un truco de márketing es darle seguimiento a los emails que envían a posibles clientes, con el objetivo de saber cuándo, dónde (a través del IP) y en qué enlaces haces clic cuando abres el correo. Esta información sirve a las empresas para conocer qué le interesa al futuro comprador.
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Si esta práctica te parece molesta, puedes recurrir a dos extensiones para el navegador que suplen esa carencia de Gmail. David Nield, autor de Field Guide, recomienda Ugly Email, un servicio que añade el icono de un ojo en los correos de tu bandeja de entrada para informarte de que esos mensajes implementan algún método de tracking.
Cabe señalar que Ugly Email no bloquea el software de seguimiento, pero sirve para saber, antes de abrir el correo qué remitentes están registrando ese tipo de información.
Si tú quieres bloquear el seguimiento, la aplicación PixelBlock te mostrará, dentro del correo, el número de intentos de seguimiento y la fuente del código de tracking que viene integrado en el mensaje. Ambos servicios harán que tu navegación sea más segura.