El gobierno turco anunciaba la recuperación del control del país tras el intento de golpe de Estado lanzado por un grupo insurrecto del Ejército.
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Aunque todavía faltaba someter algunos focos.
Más de 120 personas fueron detenidas en el marco del plan desplegado en respuesta a la asonada, desarrollada bajo un decreto de toque de queda y Ley Marcial.
La incertidumbre reinó por varias horas en medio de reportes de explosiones, tiroteos, ataques al Parlamento y el derribamiento de un helicóptero que transportaba a golpistas.
En Estambul, soldados que bloqueaban puentes sobre el Bósforo dispararon contra la muchedumbre.
Mientras, en Ankara, 42 personas murieron, según la fiscalía.
El presidente Erdogan denunció que los soldados rebeldes estaban vinculados a su rival Fethullah Güllen.
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Desde el exterior se formularon numerosos llamados exigiendo que se respetaran las instituciones democráticas de Turquía.
Fuente: AFP
