La regla de oro en el transporte público: ceder el asiento a una embarazada que aborda el bus si no hay otro lugar en el que se pueda sentar. Sin embargo, esto no siempre se cumple, incluso en Corea del Sur.
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La solución parece ser este sistema que consiste en un llavero que activa una especie de alarma dentro del vehículo. Esta se activa de forma inalámbrica con unos monitores pequeños situados en los asientos reservados para las embarazadas.
Cuando se enciende el sensor, el pasajero deberá levantarse y ceder su asiento, si no quiere ser objeto de crítica por parte del resto de pasajeros.