Una imagen recurrente en muchas farmacias de Venezuela.
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Ocho de cada diez medicamentos escasean en el país, sumido en una aguda crisis política y económica.
“Del 100 por ciento que pido solo recibo un 20 por ciento, o sea no recibo sino lo que te estoy diciendo para cubrir nada más 20 por ciento de la demanda de los clientes”, dice Sandra Chiamenti, dueña de farmacia.
La Federación Farmacéutica venezolana calcula en un 85% la carestía de medicamentos.
Encontrar analgésicos, antibióticos o antihipertensivos puede implicar recorrer varias farmacias y muchas veces quedarse con las manos vacías.
“Ahorita a mí me acaban de encontrar el colesterol alto, y justamente la molécula que me mandaron no la tengo, ni yo misma la tengo, Rosuvastatina, la tuve que ir a comprar. Después que busqué en 4 farmacias fue que la encontré, y no la consigo”, agrega.
La mayoría opositora en el Parlamento reclama declarar la emergencia humanitaria, pero el gobierno lo rechaza y sostiene que ha destinado sumas millonarias de divisas para importar medicamentos e insumos hospitalarios.
Venezuela afronta un severo desabastecimiento en medio de una crisis económica agravada por la caída de los precios del crudo, fuente del 96% de las divisas del país.
